Famoso por icónicos diseños como el sillón Proust o el Museo Groninger, por sus influyentes obras arquitectónicas, por el diseño de interiores, por sus muebles y su iluminación, el arquitecto y diseñador italiano Alessandro Mendini desarrolló una extensa y brillante carrera de más de 60 años.
Mendini (Milán, 1931- 2019) trabajó para todas las grandes firmas del diseño y el lujo; estaba en posesión de las más altas distinciones y su obra, presente en los mejores museos. Ha sido una vida fructífera de legado deslumbrante. Sin duda, fue mucho más que un arquitecto, diseñador y pensador.
Cuando se pronuncia la crítica –y los fabricantes, los industriales y los usuarios–, el adjetivo más repetido es el de visionario: “Una mente hermosa que ayudó a desvelar nuevos horizontes” basándose siempre en un principio humanista que constituyó el centro de su proyecto vital e intelectual.
Isabel VaqueroEn 1979 se integró en el Studio Alchimia, del que surgiría el grupo Memphis, abanderado del movimiento arquitectónico posmoderno. Fue entonces cuando concibió el sillón Proust, uno de los asientos más emblemáticas de la segunda mitad del siglo pasado.
Isabel VaqueroEn 2015, Mendini describía el sillón como “un ejercicio intelectual, sin función, buscando solo la diversión”. Se sabe que solo los genios son capaces de restarse sinceramente importancia.
Isabel VaqueroEn 1989, Mendini creó con su hermano el Atelier de arquitectura que completaba su apellido, y del que surgieron proyectos como el Museo Groninger de Holanda, el Museo Omega italiano y el complejo teatral Teatrino della Bicchieraia.
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