Sombrero de fieltro, inventado en 1979 por el artesano inglés John Hetherington, para grandes ocasiones. Se lleva con frac o traje muy estrecho.
Enrique MurilloSolo una mujer, y una mujer de carácter, puede llevar bien un sombrero de hombre. Lo hizo en múltiples ocasiones Marlene Dietrich, pero también Katherine Hepburn podía desafiar los tabúes y lucirlo sin temor. Tensa la mandíbula, su expresión magníficamente iluminada, Hepburn mostró aquí toda la dureza de un carácter que por lo general disimulaba en sus películas.
Enrique MurilloEn fieltro rasurado, este sombrero gris de ala ancha con conta de otomán, ha estado presente en decenas de películas de los años 40.
Enrique MurilloSombrero Montecristi Extrafine, de paja ultraflexible, producido en Ecuador. Para realizarlo hacen falta nueve meses de trabajo,
Enrique MurilloAl chico italiano que cantaba tan bien se le conservó el aire adolescente. De ahí que luciera a menudo esta clase de sombreritos de niño crecido que estrena traje, siempre acordes con la sonrisa inocente que desmentía sus conexiones con los mayores mafiosos del país.
Enrique MurilloSombrero semiesférico de fieltro con el ala redonda y cinta de otomán, inventado en 1850 por el conde de Leicester de Holkman II.
Enrique MurilloSombrero de ala ancha al estilo Indiana Jones. Hecho en lana, con cintillo de cuerda cerrado por una hebilla y pasadores de cuero.
Enrique MurilloAl bello Paul Newman (1925-2008) todo le sentaba bien. Un Cadillac de los años 60, con alerones de inspiración aeronáutica, y un 'stetson' de vaquero escéptico y seguro de sí mismo. Sus ojos soportaban la sombra de un ala ancha y su sonrisa suficiente lucía incluso en las situaciones más comprometidas.
Enrique MurilloEn tejido loden, muy grueso y con cuerpo, pero al mismo tiempo suave y duradero, se fabrica con lana de oveja de las montañas tirolesas. Lleva triple cordón de lana del mismo color. El cordón suele fijarse con una pluma de gallo.
Enrique MurilloGorro de piel de conejo forrado con cuero muy suave y se remata con una larga cola de zorro a la altura de la nuca.
Hay que ser el creador de 'Ocho y medio' para llevar sin sonrojo el modelo de sombrero de aire tirolés y tela a cuadros, , que se encasquetaba el pícaro de Fellini (1920-1993) en los rodajes. Es un tocado de colegial trasnochado, pero él lo lleva con donaire y desparpajo. Era un tipo único.
Enrique MurilloEl sombrero de lluvia más querido por Woody Allen, en tejido reversible e impermeable, con ala estrecha y bolsillos. Es muy flexible y se puede guardar en el bolsillo del abrigo.
Enrique MurilloPiel de carnero, color óxido y visera. Las orejeras se pueden atar por encima de la cabeza.
Enrique MurilloEl saludo con el sombrero es un arte delicado, como lo es el uso de la pajarita o de la corbata de lazo. Ambos los denominaba el 'premier' conservador, como correspondía a su figura añeja del político del pasado. Jamás lo ocultó. Siempre supo sacarle partido, sobre todo cuando en tiempos de guerra recordó a sus paisanos que lo que venían eran tiempos de "sangre, sudor y lágrimas".
Enrique MurilloModelo inspirado en los pilotos de aviación de comienzos del siglo XX, en piel de carnero con orejeras anudadas a la cabeza.
Enrique MurilloEste sombrero de lana inglesa, con doble visera y orejeras atadas a la cabeza, nació en realidad para la caza.
Enrique MurilloLa gorra de lana es una prensa deportiva que, además de en la ciudad, se lleva en las monterías y durante la pesca.
Enrique MurilloTenía John Wayne la cabeza tan grande que la gorra con visera que le encasquetó John Ford le queda algo pequeña. Pero aquel gran director consiguió en esa ocasión, tal vez gracias a la gorra, ablandarle las facciones y provocarle una sonrisa amable. Sin la boina verde de héroe de Vietnam, Wayne parecía incluso un bonachón.
Enrique Murillo