Depardieu se dice contento de su nueva vida en Rusia

  • El actor francés Gérard Depardieu, que recibió a principios de año la ciudadanía rusa, asegura estar contento con su vida en ese país, donde está domiciliado en la localidad de Saransk y, según se congratuló hoy, en la calle de la Democracia.

París, 6 jun.- El actor francés Gérard Depardieu, que recibió a principios de año la ciudadanía rusa, asegura estar contento con su vida en ese país, donde está domiciliado en la localidad de Saransk y, según se congratuló hoy, en la calle de la Democracia.

Desde Niza, en donde ha ayudado a promover la primera edición del Festival de cine ruso de la ciudad, que se celebrará del 14 al 17 de junio, "la más rusa de Francia", el intérprete alabó la cultura de ese país, que dijo haber conocido a través de la lectura de clásicos como Dostoievski.

Durante el acto de presentación, el actor se mostró satisfecho con ese cambio de residencia y expresó sus ganas de seguir conociendo su país de acogida.

"Me encantaría hacer mucho turismo en el interior de las repúblicas, empezando por la de Mordovia, donde estoy domiciliado. Vivo en el número 1 de la calle Democracia, esquina con el bulevar del Bolchevismo, y me siento muy bien", dijo con una sonrisa.

Según recoge la prensa local, Depardieu, conocido tanto por su trabajo como actor como por las polémicas que ha protagonizado fuera de las cámaras, quiso dejar claro una vez más que su salida de Francia no estuvo motivada por motivos fiscales.

"No huyo del fisco. Si lo hiciera me habría ido hace tiempo", apuntó en esa presentación, añadiendo, con cierta sorna, que está muy contento de ser ciudadano ruso, de pagar sus impuestos en Rusia "y también, estad seguros, en Francia".

Depardieu recibió su nueva nacionalidad en enero, después de la polémica surgida en Francia por haber trasladado su residencia fiscal a la vecina Bélgica, tras la decisión del Gobierno galo de elevar al 75 % los impuestos a los más ricos.

Ese traslado provocó una airada reacción de la clase política francesa, fue calificado de "lamentable" por el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, e hizo que el actor se dijera dispuesto a renunciar a su pasaporte galo y acabara aceptando el que le ofreció el mandatario ruso, Vladimir Putin.

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