El Marrano de San Antón de La Alberca (Salamanca), el más buscado por los turistas

  • La Alberca (Salamanca).- El municipio salmantino de La Alberca ha celebrado hoy la bendición del Marrano de San Antón, un cerdo ibérico de 30 kilos que es el más buscado por los turistas, ya que durante todo el año vaga por las calles comiendo lo que le echan.

El Marrano de San Antón de La Alberca (Salamanca), el más buscado por los turistas
El Marrano de San Antón de La Alberca (Salamanca), el más buscado por los turistas

La Alberca (Salamanca).- El municipio salmantino de La Alberca ha celebrado hoy la bendición del Marrano de San Antón, un cerdo ibérico de 30 kilos que es el más buscado por los turistas, ya que durante todo el año vaga por las calles comiendo lo que le echan.

Se trata de una tradición que procede de "los moros y judíos que se refugiaron en la Sierra de Francia y que, para demostrar su conversión al cristianismo, comían cerdo o engordaban a un marrano para luego donarlo a la Iglesia", según ha explicado hoy a EFE el alcalde del municipio, Jesús Pascual.

Este ritual, que también se celebra en otros pueblos de la Sierra de Francia como Mogarraz, permite realizar a la par "una acción social humanitaria", como lo ha definido el párroco de La Alberca, Leonildo Ramos, ya que, una vez engordado, se rifa el día de San Antón, 17 de enero, y lo recaudado se destina a la gente con menos recursos.

La bendición ha estado presidida por cuatro mayordomos, la albercana Jacinta Marcos y sus tres nietas: Patricia Calama, Fátima Barés y Paula Briz.

Junto al marrano, tampoco han faltado durante la misa y la posterior bendición, junto al monumento del Marrano de San Antón, los sones de la gaita y el tamboril de la Sierra de Francia.

Además, hombres y mujeres se han ataviado con el traje típico serrano.

La tradición del Marrano de San Antón se celebra desde hace más de cinco siglos, ya que esta zona salmantina fue un lugar idóneo para el refugio de los judíos que se convirtieron al cristianismo.

"En cualquier dintel del pueblo se ven iconografías de un cristo, una cruz o una advocación mariana, que dicen que eran puestas por los judíos para demostrar a La Inquisición su conversión", según Pascual.

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