Se trata de la primera fase que se ubicará dentro de las instalaciones actuales, cercana a la planta de flotación, implicará una inversión inicial de 2,5 millones de euros y permitirá la producción de 150.000 toneladas anuales de sal de deshielo de carreteras para nuevos mercados.
La nueva planta de purificación no estaba incluida en el Plan Phoenix, ha asegurado ICL, y ha considerado su construcción de "imprescindible" para acelerar el proyecto de restauración de los depósitos salinos del Cogulló y de la Botjosa.
Esta acción forma parte de las medidas transitorias que ICL ha adoptado para minimizar el uso del depósito del Cogulló durante el periodo que se requiere para trasladar de manera adecuada la producción de Sallent y Súria (Barcelona).
El objetivo de ICL es depositar la primera fase del proyecto durante el primer trimestre de 2018 para, posteriormente, ampliar este tipo de instalaciones y comercializar parte de la sal que se almacena en el Cogulló y la Botjosa.
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