Grandes y Brizuela reinan en el primer sábado del Feria del Libro de Madrid

Carmen Sigüenza

Madrid, 26 may.- Primer sábado de Feria, buen tiempo, calor moderado y primeras visitas masivas. Estas palabras podrían referirse a los toros en San Isidro, pero se trata de la Feria del Libro de Madrid en el Retiro, donde el tiempo importa mucho para las ventas y donde hoy Almudena Grandes y Leopoldo Brizuela han reinado.

Un reinado por el que están luchando con los escritores italianos, porque Italia es el país invitado este año en la Feria,y sus escritores, tanto los clásicos, como los clásicos contemporáneos y los jóvenes tienen mucha presencia en este paraíso del libro y despiertan el interés de muchos de los visitantes.

Esta tarde habrá un acto en la feria en el que se rendirá homenaje al gran escritor italiano Antonio Tabucchi (Pisa, 1943-Lisboa, 2012) cuyos libros están presentes en muchas de las casetas de la feria, el último de ellos "Viajes y otros viajes" (Anagrama), y sobre todo en la que tiene la librería italiana.

Un stand donde en pocos minutos un grupo de los lectores han solicitado libros de Dacia Maraini (Florencia, 1936) la amiga de Pier Paolo Pasolini y mujer de Alberto Moravia, que estará presente la semana que viene en Madrid con "El tren de la última noche", de Erri de Luca o Alessandro Baricco.

Pero este sábado Almudena Grandes, una de las escritoras que más colas de gente tiene siempre en la feria del Libro no ha defraudado y "El lector de Julio Verne", viajaba dentro de las pocas bolsas que todavía se ven entre los visitantes.

También el argentino Leopoldo Brizuela ha puesto su nombre en la Feria porque ha recibido el premio Alfaguara de Novela 2012 por "Una misma noche", en un acto celebrado en los jardines de Cecilio Rodríguez en el Retiro, donde ha acudido el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, además de escritores, libreros, actores y gente de la vida social y cultural.

El libro premiado con 133.306 euros es uno de los que más interés está acaparando en la Feria y en él Brizuela recuerda el horror que dejó entre las familias la dictadura militar argentina. Una radiografía sobre la sociedad argentina vista desde un protagonista y su casa, en la que nada era lo que parecía.

Rosa Montero, presidenta del jurado que falló este premio el pasado marzo, ha dicho hoy que la obra, con estructura de thriller existencial, sobrecogía por el abismo negro que presentaba y la ha calificado de "novela moral y sutil".

Y el propio Brizuela ha agradecido el premio a Alfaguara por fomentar y premiar "la literatura humilde en la que dialoga el yo con el yo, que es lo mismo que decir la que se escribe por amor a la propia literatura".

Por su parte, Lasalle, quien ha recordado al escritor mexicano Carlos Fuentes, recientemente fallecido, ha tenido palabras contra las dictaduras y ha comentado que Brizuela, con su buen libro, ha paliado el doloroso recuerdo de un país hermano Argentina, que como España sufrió una dictadura.

"Pero paliar no significa ni el perdón, ni el olvido; ni maquillar con explicaciones la fisonomía despreciable de la dictadura. Ni nada, ni nadie, puede revestir su vergüenza con palabras que amortigüen la humillación que infligieron a sus víctimas", ha concluido el secretario de Estado de Cultura.

También hoy en la Feria las reivindicaciones y quejas han estado presentes. Así, la caseta de la librería gay y lesbiana Berkana, luce un enorme cartel que reza: "Señor Wert (ministro de Educación, Cultura y Deportes) estos libros no los puede censurar usted". O este otro: "Estos son los libros que no le gustan a los Obispos de Alcalá de Henares".

Y un grupo de jóvenes se han ido de arriba abajo por el Paseo de coches, el lugar donde están la hilera de casetas, con una pancartas que decía "No a las drogas".

Todo ello, mientras Eduardo Mendoza, Fernando Delgado, Boris Izaguirre, Juan Goytisolo, Clara Sánchez, Agustín Fernández Mallo, el cantante Macaco, Fernando Savater, la Super nani de la televisión, Rocío Ramos, o el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla atendían a sus muchos incondicionales.