Hannah Kent pinta una Islandia misteriosa e inhóspita en "Ritos funerarios"

  • Los días finales de la última presa ejecutada en Islandia centran la trama de "Ritos funerarios", el sorprendente debut de la escritora australiana Hannah Kent, que traza una historia sobre la justicia y el perdón enmarcada en un escenario misterioso e inhóspito.

Madrid, 21 sep.- Los días finales de la última presa ejecutada en Islandia centran la trama de "Ritos funerarios", el sorprendente debut de la escritora australiana Hannah Kent, que traza una historia sobre la justicia y el perdón enmarcada en un escenario misterioso e inhóspito.

"Creo que Islandia es bastante única, no hay nada igual en el mundo. Especialmente por el paisaje, que es muy extraño. En el norte no hay ningún árbol (...) y el tiempo en invierno puede ser realmente hostil", explica en una entrevista telefónica con Efe la joven autora.

Ese insólito y helado paisaje se respira en las páginas de una novela traducida en veinte idiomas y cuyo suspense y sobria narración han recibido elogios en medio mundo, con varios galardones incluidos como el Premio Aba Nielsen en Australia.

"Es maravilloso, pero a la vez bastante sorprendente", dice Kent. "Nunca esperé tener más de, no sé... veinte lectores de mi libro".

Lo cierto es al final que han sido muchos miles los que se han dejado seducir por "Ritos funerarios", editado por Alba Contemporánea y que tiene una curiosa historia detrás sobre su inspiración.

Nacida en Adelaida en 1985, Hannah Kent cruzó el globo y pasó una temporada en Islandia como estudiante de intercambio en una pequeña localidad del norte del país.

"Aunque fue una experiencia extraordinaria, los primeros meses fueron muy duros. Me sentía muy sola", añade Kent. "Era una comunidad muy pequeña y yo era la forastera".

Fue entonces cuando supo de Agnes, la última presa ejecutada en Islandia en el siglo XIX, y por la que sintió una inmediata conexión "emocional" que le llevó a seguir investigando la historia incluso cuando dejó la isla.

La novela imagina los últimos meses de esta mujer condenada por asesinato y que es recluida en una granja hasta que se ejecute finalmente la condena.

La relación entre la criminal, marginada y despreciada por la sociedad, con los habitantes de la granja y con un sacerdote son las guías sobre las que se vertebra una narración acerca de la condición humana, el perdón y la justicia.

Aunque Kent subraya que, por encima de todo, su escritura se dejó llevar por la figura de Agnes: "Quería escribir un libro que no cuestionara su culpabilidad o inocencia, pero que le diera personalidad más allá del estereotipo".

Así, en su novela dibuja una mujer "cuya vida ha estado marcada por la pobreza y su género", pero también "una mujer poética, inteligente, un poco ambiciosa y frustrada" por el funcionamiento de la justicia.

Como referentes en su novela, Kent cita el estilo del escritor inglés Thomas Hardy y a la canadiense Margaret Atwood, especialmente su libro "Alias Grace" que también trata el caso de una mujer condenada por asesinato. Además, asegura haber leído mucha poesía para poder "dar forma" a la voz de Agnes.

Con los derechos de la novela ya vendidos para llevarla al cine ("No sé cuándo se llevará a cabo, pero es bastante emocionante"), Kent ya piensa en su segunda obra, que se desarrollará en Irlanda, en una pequeña comunidad del siglo XIX y con un argumento centrado en las supersticiones.

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