Delito contra los derechos fundamentales 

Primer juicio en España por difundir una 'fake news' para difamar a menas

La Audiencia de Barcelona juzga a un tuitero acusado de difundir un vídeo falso que atribuía a un mena la autoría de una agresión que en realidad había sucedido en China.

Fake News
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EFE

La Audiencia de Barcelona juzga este martes a un tuitero acusado de difundir un vídeo falso que atribuía a un mena la autoría de una agresión que en realidad había sucedido en China, en el primer caso de "fake news" que llega a juicio en España.

El internauta, que había publicado en su cuenta de Twitter otros comentarios xenófobos y símbolos ultras, está acusado de un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas por el que la Fiscalía le pide una condena de dos años de cárcel y una multa de 6.480 euros.

A raíz de la difusión del vídeo falso, el tuitero, J.J.M., se ha convertido en la primera persona de España que se sentará en el banquillo por publicar "fake news" con el fin de denigrar a colectivos vulnerables como, en este caso, los menores no acompañados.

La Fiscalía mantiene en su escrito de acusación que el procesado actuó "movido por su animadversión y rechazo a los inmigrantes extranjeros de origen marroquí" cuando el 1 de julio de 2019 publicó un vídeo que aseguraba correspondía a una violación que había ocurrido días antes en Canet de Mar.

"Aquí tenéis el vídeo del MENA marroquí de Canet de Mar, a esos que le vamos a dar la paguita hasta los 23 años, los niños de Pedrito Piscinas. Por cierto, luego para más INRI la viola, estos energúmenos y estas manadas de marroquíes no saldrán en los medios", rezaba el tuit investigado.

El vídeo que incluía el mensaje, de 45 segundos y que fue visualizado 21.900 veces, mostraba a un hombre agrediendo brutalmente a una mujer, a patadas y puñetazos, tras lo que intentaba bajarle los pantalones para acabar agarrándola del pelo y arrastrándola por el suelo.

La grabación, no obstante, no tenía relación alguna con la agresión sexual ocurrida en Canet de Mar, sino que era un vídeo de una paliza ocurrida en China que había sido difundido por las autoridades de ese país para lograr identificar a su autor mediante la colaboración ciudadana.

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