26 multimillonarios concentran tanta riqueza como la mitad de la humanidad

  • La ONG Oxfam ha publicado su informe anual sobre la desigualdad, en el que denuncia que esta sigue aumentando sin freno y pide más impuestos
El número de millonarios crece mientras sigue aumentando la pobreza. / Pixabay
El número de millonarios crece mientras sigue aumentando la pobreza. / Pixabay

La desigualdad crece sin freno en el mundo. En 2018, 26 multimillonarios acumularon más dinero que la mitad más pobre del planeta, esto es, 3.800 millones de personas.

Es la principal conclusión del informe mundial sobre desigualdad que la ONG Oxfam publica cada año, coincidiendo con la celebración del conocido como Foro de Davos, que concentra cada año a la élite empresarial y política en la localidad Suiza del mismo nombre.

Según el informe, basado en datos publicados por la revista Forbes y el banco Crédit Suisse –una metodología cuestionada por algunos economistas–, la riqueza de los multimillonarios del mundo aumentó en 900.000 millones de dólares el año pasado, a un ritmo de 2.500 millones de dólares por día, mientras los ingresos de la mitad más pobre de la población del planeta cayeron un 11 %.

En la punta de la pirámide encontramos a Jeff Bezos, la persona más rica del mundo, cuya fortuna alcanzó el año pasado 112.000 millones de dólares. Como señala el informe, el 1 % de su riqueza es el equivalente a todo el presupuesto para Sanidad de Etiopía, un país con 105 millones de personas.

Según el informe internacional, el sistema actual es incapaz de reducir la desigualdad y la pobreza, ya que no consigue mejorar la igualdad de oportunidades para que todas las personas puedan disfrutar de sus derechos.

Y según Oxfam, muchos gobiernos están alimentando esta crisis con sus políticas. Gravan de manera insuficiente las grandes empresas y fortunas y no consiguen recortar la evasión fiscal. En 2015, tan solo cuatro centavos de cada dólar de ingresos fiscales recaudados en el mundo provenían de impuestos sobre la riqueza, como la herencia o la propiedad. Las tasas fiscales a la riqueza se han reducido o eliminado en muchos países ricos y apenas se implementan en los países pobres.

El resultado es que se pierde mucho dinero que podría usarse para financiar servicios públicos vitales como la educación y la salud. Los países pobres pierden 170 mil millones de dólares en ingresos fiscales cada año como resultado de la evasión de impuestos por parte de las grandes fortunas y las grandes empresas.

“El abismo que aumenta entre ricos y pobres penaliza la lucha contra la pobreza, perjudica la economía y alimenta la rabia en el mundo”, ha asegurado Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, en un comunicado.

La pobreza sigue aumentando en todo el mundo. / Pexels
La pobreza sigue aumentando en todo el mundo. / Pexels

La clase media no se ha recuperado de la crisis

Oxfam Intermón –la sección española de la ONG– acompaña los resultados internacionales del informe con datos de la realidad española que, aseguran, es preocupante.

La sociedad española se ha polarizado a costa del adelgazamiento de las clases medias. Se estima que uno de cada seis hogares de clase media cayó en la pobreza durante la crisis y no se ha recuperado la situación anterior en la fase de crecimiento. Esto implica que la pobreza aumentó durante la crisis cuatro veces más de lo que se ha reducido con la recuperación. Y, en general, la clase media española tiene hoy 10 puntos menos de la renta nacional en comparación con la que ostentaba en el año 2000.

El informe denuncia que la recuperación de la crisis ha beneficiado de forma desproporcionada a las rentas altas. Así, el año pasado aumentaron en 16.500 los hogares en los que no entró ningún tipo de ingreso, alcanzando los 617.000. Mientras los ultramillonarios –personas cuyos activos netos equivalen o superan los 40 millones de euros– aumentaron en un 4 %, llegando a la cifra récord de 1.690 personas.

En un comunicado, el director general de Oxfam Intermón, José María Vera, ha insistido en la necesidad de actuaciones políticas: “Esta alarmante crisis global de desigualdad es el reflejo del fracaso del sistema económico actual. Los gobiernos deben actuar inmediatamente para lograr cambios reales y un futuro digno para todas las personas y no solo para una minoría privilegiada”.

En España seguimos sin recuperarnos de la crisis. / Pexels
En España seguimos sin recuperarnos de la crisis. / Pexels

En España, la pobreza se hereda

Si no se reducen los actuales niveles de inequidad, la OCDE estima que en España se necesitarán 120 años, cuatro generaciones, para que una familia del 10% más pobre alcance los ingresos medios.

El ascensor social está averiado y nadie se está preocupando por arreglarlo. El informe de Oxfam detalla cómo la pobreza y la riqueza en España se heredan. Si se nace en una familia de ingresos altos se ganará un 40% más que si se crece en un hogar con ingresos bajos. Además, el sistema educativo es ahora más inequitativo que antes de la crisis. De todas las personas que abandonan prematuramente sus estudios, 1 de cada 2 pertenece al 20% de hogares con menos ingresos.

“La desigualdad afecta a los derechos y oportunidades que tengamos en nuestra vida relacionados con la salud, esperanza de vida o la participación ciudadana, entre otros”, explica el director de la organización. “Por ejemplo, si vives en un barrio rico de Barcelona tu esperanza de vida será de 11 años más que si tu casa está en un barrio pobre. En Madrid, esta diferencia alcanzaría los 7 años. En España y en el mundo el sistema no solo no es capaz de reducir la pobreza, sino que ahora es más aguda. Reducir la desigualdad y mejorar la movilidad social es condición 'sine qua non' para garantizar la igualdad de oportunidades”.

Los responsables de la ONG insisten en que solo una mayor presión fiscal puede ayudar a reducir la desigualdad. “Si el 1% más rico pagase solo un 0,5 por ciento adicional de impuestos sobre su riqueza, podría recaudarse más dinero del que costaría educar a los 262 millones de niños que no asisten a la escuela y brindar atención médica que podría salvar la vida a 3,3 millones de personas”, insiste Vera. “En España, tampoco hay un sistema fiscal progresivo. Se recauda poco y mal para poder contar con un sistema de protección social eficaz contra la pobreza. La presión fiscal sobre el PIB es del 34,5%, 6,9 puntos inferior a la media de la zona euro”, añade.

Para la organización, otros claros aliados en España para alimentar la desigualdad y no reducir la pobreza son la precariedad laboral y un sistema de protección social ineficaz, que no garantizan una vida digna a las personas más vulnerables.

Como explica el informe, El 13% de las personas trabajadoras viven por debajo del umbral de la pobreza. En 2017, el 51,65% de las personas asalariadas inscritas al Régimen General de la Seguridad Social tenían un contrato temporal, parcial o ambas cosas. En cuanto a la protección social, una de sus principales debilidades es la infradotación de las transferencias públicas que no son las pensiones como, por ejemplo, rentas de inserción, ayudas a la crianza, a la vivienda... El resultado es que no consiguen sacar de la pobreza ni a una de cada cuatro personas frente a Dinamarca, Irlanda o Finlandia que lo logran con una de cada dos personas.

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