Cuando el verano llega a su fin y el paisaje español empieza a cambiar, los destinos favoritos de los viajeros se modifican para adaptarse al cambio de las estaciones, dejando atrás las playas para acercarse a admirar los montes y valles llenos de bosques. Por este motivo, Skyscanner ha hecho una lista con los mejores parques y reservas naturales para visitar en otoño.
Selva de Irati (Navarra)
Las hojas rojas y amarillas dan un toque de historias fantásticas a este hayedo-abetal navarro, el segundo más extenso y mejor conservado del mundo. Los numerosos senderos balizados invitan a explorar el terreno gigantesco para conocerlo tanto como cada viajero quiera, una opción genial para los amantes de las caminatas por la naturaleza.
Valle de Arán (Cataluña)
En Lleida se encuentra una zona boscosa única que se viste de una multitud de colores en los meses antes de que llegue la nieve al Pirineo catalán. Los fotógrafos adoran esta zona rural por sus impresionantes vistas y hay más encantos por descubrir en los pueblos que aparecen en las cercanías y aportan un elemento encantador para cualquier escapada.
Sierra del Segura (Castilla-La Mancha)
Los valles y cañones al suroeste de Albacete, en la frontera con Jaén, son un espacio espectacular que se transforma completamente durante el otoño. Algunos de los mejores sitios son los Chorros del Río Mundo y los miradores de Liétor, lugares únicos que se pueden apreciar en cualquier momento del año, pero que sacan a brillar sus mejores vistas en la temporada otoñal.
Faedo de Ciñera (León)
"El bosque mejor cuidado de España" se encuentra en la en la Montaña Central Leonesa y se ha ganado su nombre por la increíble calma que transmiten sus terrenos. Los bosques atravesados por el arroyo cobran vida al caer las hojas de los árboles, que convierten al espacio entero en santuario de tranquilidad incomparable. Además, cuenta con un haya de 500 años que ha ganado fama en toda España.
Bosque de Muniellos (Asturias)
Este terreno contiene el mayor robledal de España, que además es uno de los mejores conservados y protagoniza varios de los mitos asturianos. Los paseos revelan el millón de colores y tonalidades que puede adoptar el bosque durante el otoño, con hayedos, abedules, robles, tejos y acebos. Nada más veinte personas pueden entrar al día, dado que se trata de un espacio protegido, por lo que hace falta pedir permiso para realizar una visita.
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