El que no llora no mama: los 5 pasos que debes seguir para conseguir un aumento

  • Al pedir un aumento siempre asumimos cierto riesgo, pero este suele compensar a las posibles ganancias. Ha llegado el momento de que te promocionen.
Un aumento no solo tiene forma de mayor salario, pero es el principal incentivo / Pixabay
Un aumento no solo tiene forma de mayor salario, pero es el principal incentivo / Pixabay

Es una popular escena cómica vista en mil y una películas y un momento tenso para cualquier empleado: ese día en el que le dices a tu jefe “tenemos que hablar” y le planteas que ha llegado la hora de cobrar más.

Mucha gente ni siquiera se atreve a enfrentarse a esta situación, pues piensa que puede ser contraproducente. Pero si has hecho los deberes, pedir un aumento, o algún otro tipo de promoción, es la mejor forma de obtenerlo. O, al menos, la más rápida.

“No puedes suponer que la organización se ocupará de ti solo porque haces un buen trabajo”, explica Joseph Weintraub, fundador del programa Babson Coaching para el liderazgo y el trabajo en equipo en Harvard Business Review. “Se necesita un cierto grado de autopromoción”. Y, también, de valentía.

Como apunta la consultora Lynn Taylor en su libro Tame your terrible office tyrant, al pedir un aumento siempre asumimos cierto riesgo, pero este suele compensar a las posibles ganancias: “Los temores a menudo legítimos de parecer demasiado ambicioso, o no estar lo suficientemente centrado en hacer mejor tu trabajo, pueden desencadenar errores innecesarios. Sin embargo, si utilizas ciertas estrategias en tu objetivo, puedes cambiar la dinámica frustrante de sentirse infravalorado”.

Y estos son los pasos que debes seguir:

1. Piensa qué es lo que quieres

Solemos pensar en un aumento en términos estrictamente monetarios, pero en realidad ganar más no siempre es lo más importante. ¿Quieres tener un mayor sueldo o estás harto de tener tan pocas vacaciones? ¿Trabajas demasiado o demasiado poco? ¿Quieres más responsabilidad o vivir más tranquilo? Antes de pedir cualquier tipo de promoción debes responder a este tipo de preguntas para saber qué vas a pedir exactamente. No es fácil pedir un aumento si no estás dispuesto a asumir nuevas responsabilidades: ¿es eso realmente lo que quieres?

Como en cualquier negociación, es importante saber qué puedes ofrecerle a la empresa. Es más sencillo que te ofrezcan lo que buscas si les planteas que realmente la compañía te necesita en uno u otro puesto.

2. Prepara el terreno

Una vez que sepas lo que quieres piensa bien cómo conseguirlo. Un error común de principiante es pensar que darte un aumento es una decisión exclusiva de tu jefe, pero en la mayoría de empresas no suele ser así. Por mucho que tu jefe directo quiera promocionarte para lograrlo tendrá que convencer a otros directivos, y si no les tienes de tu parte no conseguirás nada.

Un buen consejo, como apunta la coach Sabina Nawaz en Harvard Business Review, es hablar con personas que han logrado promociones o aumentos antes que tú. ¿Con quién hablaron? ¿Qué ofrecieron? Esta información puede ayudarte a diseñar una estrategia efectiva.

Es útil ordenar tus reivindicaciones en un pequeño informe / Pixabay
Es útil ordenar tus reivindicaciones en un pequeño informe / Pixabay

3. Pon negro sobre blanco

Cuando vamos a enfrentarnos a nuestro jefe para pedir una promoción solemos darle mil vueltas a lo que vamos a decir. Pensamos los argumentos oportunos y en lo injusto que sería que no te dieran nada, pero al final entramos por la puerta del despacho y olvidamos la mitad del discurso que manejábamos.

Puede parecer un poco pretencioso escribir un informe sobre las razones por las que mereces un aumento, pero es la mejor forma de ordenar las ideas. Nawaz recomienda preparar un documento de una o dos páginas, que describa tu historial y las métricas concretas que has obtenido. La mejor forma de lograr un aumento es demostrar a la compañía que eres rentable y probar que, realmente, ya estás trabajando al nivel de la promoción que estás solicitando.

4. Elige el momento adecuado

La mayoría de la gente pide aumentos o promociones cuando se están haciendo revisiones. Parece lógico, pero en realidad es el momento en el que todo el mundo está pidiendo algo y tu jefe puede estar sobresaturado. Además, en estas fases el presupuesto es limitado.

En realidad, cuando tu jefe te dice “en marzo revisaremos tu sueldo” puedes traducirlo por “voy a tratar de no pagarte más el máximo tiempo que pueda”. En la mayor parte de las compañías se puede pedir un aumento en cualquier momento, y se va a conceder si realmente el empleado lo merece –y hay riesgo de que, al no dárselo, se marche–.

El mejor momento para solicitar un aumento o promoción es aquel en el que entregues un buen trabajo o cambien tus obligaciones, aunque sea ligeramente. Hay un argumento que suele ser infalible para lograr unas mejores condiciones, y es plantearle a tu jefe que si estás creando un mayor valor para la empresa es lógico que este se reparta.

Piensa a demás cuál es el mejor momento para encontrar a tu jefe receptivo: si es un lunes por la mañana o acaba de perder un cliente no querrá escuchar que le pides un aumento. Una vez escogido el instante adecuado, solo tienes que seguir el discurso que has preparado en tu informe (que seguro has entrenado ya varias veces en tu cabeza).

5. No seas impaciente (pero insiste)

Una vez que le hayas planteado a tu jefe la situación no esperes que te de la enhorabuena por tu nuevo puesto y salario de forma inmediata. Las cosas de palacio van despacio. Ahora bien, no te duermas en los laureles. No hace falta ser pesado, pero preguntar cada mes no está de más.

Tampoco temas preguntar a otros directivos cómo ven tu petición y si han sabido algo de ella (puede que tu jefe te haya dicho que lo iba a comunicar a sus superiores y no les haya dicho ni pío).

En estos meses de espera puedes tener la tentación de buscar trabajo en otras compañías y usar sus ofertas para negociar. No cabe duda de que es una buena forma de acelerar un aumento (y, sino llega, plantearte tu carrera en otra empresa), pero si lo haces solo para “chantajear” a tu actual empleador piensa que puede no sentarle bien. A nadie le gustan los ultimátum. Si buscas mejorar en tu carrera buscando oportunidades en otras empresas, algo totalmente lógico, tienes que estar dispuesto a dejar tu actual trabajo.

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