¿Por qué tenemos que ser amigos en Facebook si no te veo desde los años 80?

Notificaciones de Facebook
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OPERA

A menudo, Facebook es como esa profesora de primaria que mediaba en cualquier pelea en el patio y terminaba obligándote a darte la mano con el muchacho con el que habías estado a torta limpia hasta hacía un minuto. Tal vez, lo que sucede es que no me apetece retomar una vieja amistad basada en partidos de fútbol sin otra norma que la 'ley de la botella', en jugar al pilla-pilla o en comer tierra a bocados (dependiendo de la edad y el grado de hambruna). Y, aunque suene infantil, no quiero que Facebook me obligue a ser amigo de nadie solo porque su algoritmo detecte en qué colegio he estudiado en los 80: es violento y en la mayoría de los casos se queda en nada. 

Hace poco leí la historia de Hadiya, una joven que ha sucumbido a los tentáculos seductores de las relaciones parasociales en Facebook para acabar con la absoluta soledad que padece: tiene 1.605 amigos en la red social, aproximadamente 1.300 conexiones más que la media; y, sin embargo, se sigue sintiendo sola. La explicación es que las relaciones parasociales no solo no tienen la misma capacidad de llenar nuestras necesidades sociales (que unas cervezas en un bar con amigos, por ejemplo), sino que además son prácticamente imposibles de gestionar en un número tan elevado.

Ni siquiera quienes tienen esos 300 amigos en Facebook que cita Hadiya son capaces de mantener una relación fluida con la mayoría de ellos. Solo hay que preguntarse: ¿con cuántas personas de Facebook hablas al menos una vez a la semana? Probablemente, el número se puede contar con los dedos de dos manos... o de una. Pero, ¿a qué se debe este fenómeno? Por un lado, a que Facebook se nutre de nuestras conexiones con otros usuarios para difundir contenidos (tanto de usuarios como patrocinados) y, por eso, no para de sugerirnos posibles amistades

No puedes tener más de 150 amigos

Pero, aún más importante: el ser humano es incapaz de gestionar más de 150 relaciones al mismo tiempo... y en distintos grados, evidentemente. Según un estudio elaborado en 2018 por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y la Universidad Carlos III de Madrid, la mayoría de las personas tiene como máximo 150 relaciones, entre las que hay tres o cinco amigos muy íntimos y cerca de 100 conocidos. Teniendo en cuenta esos datos -y suponiendo que tengamos los 300 amigos de los que habla Hadiya-, nos sobran otros 150 amigos en Facebook. ¿De dónde han salido?

Tal y como explica este reciente artículo de 'Wired', la clave es el inagotable algoritmo de Facebook, que es capaz de utilizar no solo tus datos biográficos y de conexiones comunes, sino también explorar tus gustos y, en función de ello, recomendarte nuevas amistades. Así, si un día le diste 'me gusta' a una página que realmente no es la que más consumes, es probable que pronto Facebook te empiece a sugerir a gente completamente extraña para ti. "Hay más de 300 personas en la pestaña de 'personas que quizás conozcas': cuando las elimino a todas, Facebook me recomienda 300 más", explica la autora del artículo.

Pero volviendo al punto de partida, en ese afán por conectarte con todos los perfiles posibles, Facebook utiliza todos los biográficos posibles, incluyendo tu formación. Lo más probable es que añadieses hace más de una década el colegio donde estudiaste primaria entre los datos de tu biografía: entonces, la inocencia (y, quizás, la curiosidad por encontrar a amores de la adolescencia) nos impedía ver los riesgos de todos esos datos personales cedidos a una red social. No sabíamos qué era Cambridge Analytica.

Por todo ello, esos 150 amigos que nos bailan en la ecuación provienen mayoritariamente de esas sugerencias de amistad que aceptamos desde el principio sin pensarlo dos veces. En mi caso particular, el problema es que, cuando pienso en quién tengo agregado en Facebook, me doy cuenta de que con el 99% de esas personas no interactúo; es más, ya ni siquiera publico más que de Pascuas a Ramos (Whatsapp e Instagram son mis principales vías de comunicación)... Entonces es cuando te das cuenta de que quizás va siendo hora de eliminar tu cuenta de Facebook. Y Navidades es una época tan propicia como cualquier otra para hacerlo.

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