¿Adiós al anonimato en internet?

La app secreta que ayuda al FBI a 'cazar' a cualquiera con solo una foto de su cara

La empresa se dedica, entre otras cosas, al reconocimiento facial / SenseTime
La empresa se dedica, entre otras cosas, al reconocimiento facial / SenseTime

La base de datos que utiliza el FBI, una de las mayores de todo el mundo, contiene aproximadamente 411 millones de imágenes de personas. Eso supone algo más de una foto por cada ciudadano de EEUU. Sin embargo, no siempre sirve mucho. En primer lugar, porque las leyes federales actuales impiden que se extienda el uso de la tecnología de reconocimiento facial para que la falta de privacidad no convierta al país en una suerte de 'Gran Hermano'. En segundo, porque aunque parezca mentira, no se trata de la mayor base de datos de imágenes personales del mundo. Por eso, el FBI se ha visto obligado en los últimos años a utilizar una app secreta que le permite controlar a casi cualquier individuo.

Se trata de un invento de Clearview AI, que afirma tener una base de datos de 3.000 millones de fotos personales procedentes de Facebook, Youtube y otras webs. Es decir, más de seis veces más que el segundo mayor banco de imágenes de personas del mundo... el del FBI. El mecanismo es sencillo: tomas un foto de una persona, lo subes a la base de datos, donde se compara con los miles de millones de archivos que contiene y te ofrece la posibilidad de ver las fotos públicas de esa persona, junto a los links de las páginas en donde aparecen esas fotos. En la práctica, es como un mecanismo a caballo entre el reconocimiento facial que utiliza China para sancionar a sus ciudadanos y el de un buscador como Google, solo que el campo de búsqueda no son palabras, sino píxeles.

Pero precisamente Google es una de las empresas que más ha advertido sobre las consecuencias de una tecnología como esta en nuestra sociedad: en 2011, la compañía anunciaba que jamás utilizaría este tipo de aplicaciones, por miedo "al mal uso que se le puede dar", tal y como explica 'The New York Times' en este reciente análisis de Clearview AI. La UE también se ha opuesto vehementemente en repetidas ocasiones al uso del reconocimiento facial, el cual considera que podría vulnerar los derechos fundamentales de privacidad de los usuarios. En este sentido, la GDPR aprobada en 2018 marca la línea proteccionista a seguir en el bloque comunitario.

Pero no sucede lo mismo en EEUU, donde las instituciones muestran más ambigüedad: los agentes federales y estatales consideran que, si bien tienen un conocimiento limitado sobre cómo funciona Clearview (y quién está detrás exactamente), han usado esta aplicación para ayudar a resolver casos de hurto, robo de identidad, fraude con tarjetas de crédito, asesinato y explotación sexual infantil. Y, al ser la mayor base de datos de este tipo que existe, han tenido un gran éxito. El problema es que normalizar una aplicación de reconocimiento facial de este tipo podría derivar en una eliminación radical de cualquier tipo de derecho a la privacidad por parte de los ciudadanos... Y, por eso, nadie, ni siquiera el FBI, habla abiertamente de Clearview.

Hasta ahora. Sin estar sometidas al escrutinio público, más de 600 agencias federales, estatales y fuerzas de seguridad a lo largo y ancho de EEUU han empezado a usar Clearview en el último año, según la propia compañía, que no ha querido proporcionar una lista con la relación de las mismas. Peor aún: según asegura el 'New York Times', el código de la aplicación incluye una opción para poder utilizar la tecnología con gafas de realidad aumentada, un escenario distópico en el que cualquier usuario podría identificar a cada persona que ve... Lo que podría derivar en la identificación de activistas en una protesta o de cualquiera que esté en la vía pública, revelando no solo sus nombres, sino también dónde viven, a qué se dedican o a quién conocen. Digno de 'Black Mirror'.

La IA de China... presente en 75 países

En China, gracias a una sofisticada IA de reconocimiento facial, las autoridades del país controlan desde hace un par de años el comportamiento de los ciudadanos en casi cualquier lugar. Por eso, a principios de año decidía invertir en esta tecnología nada menos que 3.000 millones de dólares. Sin embargo, China no es el único exponente; la IA destinada al control social ya está presente en 75 países, según el último informe del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, de hace escasos meses. Y España está entre ellos.

No se trata solo de acciones de los Gobiernos, sino que las grandes empresas ya se están aprovechando del potencial de la IA con el análisis de datos. Eso sí, un número cada vez mayor de países están utilizando este tipo de tecnologías con fines represivos o policiales y, como señala el informe, hay "algunos legales, otros que violan los derechos humanos". De los 176 países analizados en la investigación, esta tecnología está presente en 75 de ellos. Y no solo por culpa de China (presente en 63 países), sino que las compañías de EEUU también tienen buena parte de responsabilidad: su IA de vigilancia está presente en nada menos que 32 naciones.

En España, tanto compañías chinas como de EEUU están presentes: según la investigación, Herta, Huawei, IBMN, SICE son las empresas que operan actualmente en España y que cuentan con tecnología de control social.

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