El arte de decir que no para impresionar y tener éxito en una entrevista de trabajo

La entrevista de trabajo es siempre un momento tenso. / Pexels
La entrevista de trabajo es siempre un momento tenso. / Pexels

Antes de acudir a una entrevista de trabajo, lo primero que solemos hacer es prepararnos para las posibles preguntas y escenarios que vamos a afrontar: ¿cuáles son nuestras aptitudes más valoradas para este puesto? ¿Qué debemos resaltar y qué no de nuestra experiencia pasada? ¿Cómo podemos conducir la conversación en nuestro propio interés? Todo ello es importante, pero responde únicamente a un guión preescrito en el que el aspirante trata de impresionar al entrevistador para recibir una oferta. Por eso, nos encontramos en una posición en la que únicamente tratamos de agradar a otra persona (con nuestras palabras, con nuestra apariencia)... Tendemos a asentir y a estar robóticamente de acuerdo con cualquier cosa que se nos plantea, pero, ¿qué ocurre si hay algo en lo que no estamos de acuerdo con el entrevistador?

Es posible que mentir pueda parecer la solución; es más, es muy probable que logres el puesto de trabajo si consigues engañar al entrevistador, pero también lo es que, una vez en el puesto, a largo plazo no es la mejor estrategia, tal y como señala Caroline Stokes, directora del equipo de cazatalentos en Forward (una empresa global que recluta a líderes y directivos), en este artículo de 'Harvard Business Review'.

Supongamos, por ejemplo, que el entrevistador te comenta que una vez al mes habrá una reunión con la matriz que se encuentra en Alemania. "Veo que estuviste de Erasmus en Berlín, así que sabes alemán, ¿no?", te pregunta, a lo cual tú tienes dos opciones: asentir o decir la verdad, que estuviste un año allí pero no hablas alemán porque en tu universidad, en tu trabajo temporal y en la casa en la que vivías solo se hablaba inglés. "Este tipo de deshonestidad bien intencionada puede ayudarte a conseguir el trabajo, pero puede conducir a suposiciones o conceptos erróneos que crecen y se agravan una vez que estás en el puesto", apunta Stokes.

En nuestro ejemplo, probablemente, a la primera reunión te eximan de acudir porque aún estás integrándote en la empresa y no tengas mucho que aportar; de la segunda puede que te libres porque te coincide con una formación interna; pero tres meses después de haber empezado en tu puesto tendrás que enfrentarte a la realidad: que no tienes ni idea de alemán. Por eso, "para tener éxito a largo plazo, debes expresar tus opiniones honestamente durante una entrevista, presentándote como eres, no como alguien que crees que el empleador quiere que seas. De hecho, las entrevistas más interesantes, para ambas partes, tienen algún tipo de desacuerdo saludable que demuestra la capacidad del entrevistado para ser curioso y colaborativo", en opinión de Stokes.

"En lugar de planteártelo como un conflicto, sácalo como un punto de partida para una discusión, debate y resolución de problemas de forma saludable. Si bien simplemente decir 'No estoy de acuerdo' acabará con la conversación, una respuesta estándar como 'Esto es lo que veo (desde el exterior de la empresa) y esto es lo que he experimentado (durante mis años de especialización en este campo)' invita al debate", recomienda.

Se trata, por tanto, de exponer tu punto de vista de forma constructiva, en vez de plantearlo como un problema insalvable. "No estar de acuerdo con un entrevistador no siempre es fácil. Existe un desequilibrio de poder y corres el riesgo de dar la impresión de que será difícil trabajar contigo o de hacer que la entrevista sea incómoda", explica Stokes, que ofrece tres estrategias para poder mostrarse en desacuerdo durante una entrevista sin parecer hostil.

1. Date espacio para pensar

"Durante la entrevista, si el entrevistador dice algo o hace una pregunta que te paraliza, resiste el impulso de responder de inmediato. En su lugar, tómate un momento para reordenar tus pensamientos y dar una respuesta reflexiva. Para ganar ese tiempo, puedes decir algo como: 'Ese es un punto de vista interesante. Déjame pensarlo por un momento'. Esto demuestra que eres capaz de pensar críticamente y resolver problemas. En lugar de llenar ansiosamente el aire con lo primero que se te ocurra, podrás dar una respuesta más finamente elaborada", sostiene.

2. Pide permiso para hablar con franqueza

"Siempre que necesites estar en desacuerdo con alguien que tiene más poder que tú, es útil preparar a esa persona. La primera vez que desees retrasar algo, solicita permiso para proporcionar un punto de vista diferente. Di algo como: 'Veo esto de manera diferente. ¿Puedo compartir mi perspectiva?'. Este tipo de invitación es efectiva por dos razones. Primero, no hace que el entrevistador esté 'equivocado'. Si dijeras 'no estoy de acuerdo' y parases ahí, probablemente pondrías a tu entrevistador a la defensiva y cerrarías la conversación", reflexiona.

3. Confía en tus instintos

"Por supuesto, durante la entrevista, debes seguir tu instinto. Si crees que no se escuchará tu  punto de vista, entonces quizás quieras morderte la lengua. Luego, considera cómo te sientes con respecto a la experiencia general. ¿Estás emocionado y confiado? ¿Derrotado o agotado emocionalmente? Esos sentimientos pueden ser un buen indicador de cómo serán tus días en esta empresa", concluye.

Mostrar comentarios