Así son las empresas que se llevan hoy en día: si no pierdes dinero, no molas

  • El 76% de las empresas tecnológicas que salen a bolsa no son rentables. ¿Por qué los inversores les siguen dando dinero?
Las nuevas empresas no paran de quemar dinero / Pixabay
Las nuevas empresas no paran de quemar dinero / Pixabay

“Parece demasiado bueno para ser verdad”, comenta en Bloomberg una usuaria de MoviePass, una nueva startup que ofrece un pase para ver una película al día en los cines estadounidenses por solo 9,95 dólares al mes. Desde enero, ha pagado 50 dólares y ha visto 20 películas en total. Y para ello la compañía ha pagado a los cines casi 200 euros.

Muchos se preguntan cómo esto puede ser rentable, pero es que, sencillamente, no lo es. Ocho meses después de recortar su precio y ganar más de 2 millones de usuarios, MoviePass está en riesgo de irse a pique. La compañía ha estado quemando 21,7 millones de dólares al mes y ya solo le quedan en caja 15,5 millones. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos aseguró en un informe publicado el pasado mes que el auditor de la compañía tiene “dudas sustanciales” sobre su capacidad para mantenerse solvente. Lógicamente.

El caso de MoviePass puede ser un tanto extremo, pero lo cierto es que muchas de las compañías que parecen exitosas están quemando dinero como si no hubiera un mañana. Como apunta Kevin Roose en The New York Times la industria de la tecnología sigue siendo un semillero de empresas de crecimiento rápido que no son rentables.

Esta oferta de MoviePass sigue vigente.
Esta oferta de MoviePass sigue vigente.

Uber, que se espera que salga a bolsa en 2019, perdió 4.500 millones de dólares el año pasado debido a que buscaba expandirse internacionalmente y ha estado librando guerras de precios con competidores como Lyft o Cabify. Snap (la matriz de Snapchat, que también fabrica cámaras) perdió 3.400 millones el año pasado, el primero que ha cotizado en bolsa. Airbnb acaba de tener su primer año rentable después de una década de pérdidas respaldadas por sus inversores.

El dar dinero a empresas que llevan décadas perdiéndolo no es exclusivo de Silicon Valley. Spotify, la compañía sueca de streaming de música, perdió el pasado año 1.500 millones de dólares, pese a no dejar de agrandar su comunidad de usuarios.

Según datos recopilados por Jay Ritter, profesor del Warrington College of Business, el 76 por ciento de las compañías de tecnología que salieron a bolsa el año pasado no eran rentables en el año anterior a sus ofertas iniciales. Es el porcentaje más alto de empresas no rentables desde el auge de las puntocom en 2000, cuando alcanzó el 81%. Y ya sabemos cómo acabó este asunto.

No todas las startups van a ser Amazon

¿Por qué este afán por dar dinero a empresas que no son rentables? Como apunta Ritter en el Times, el aumento de compañías que siguen acumulando inversores sin aportar beneficios es en parte resultado del crecimiento del sector de la tecnología, donde las empresas tienden a perder dinero durante años adquiriendo clientes y desarrollando el producto. Pero también refleja la disposición de accionistas e inversores privados con grandes ahorros en mantener a flote a las empresas de rápido crecimiento lo suficiente como para conquistar un mercado potencial en el que el ganador se lo lleva todo.

Lo cierto es que las compañías tecnológicas que salen hoy a bolsa tienen más ingresos que las que tenían las empresas de la época de las puntocom, y pueden ganar mucho dinero una vez que alcanzan el tamaño suficiente. Cuando una startup logra encontrar un modelo de negocio que permite rentabilizar una gran base de usuarios gana mucho dinero.

Es lo que lograron Google, Facebook o Amazon, quizás el mejor ejemplo de esto. La compañía de Jeff Bezos estuvo perdiendo dinero muchísimos años. Reinvirtió miles de millones de dólares en su negocio, construyendo la infraestructura de comercio electrónico e impulsando esfuerzos adicionales como Amazon Web Services y Amazon Prime Video. Esos años de inversiones valieron la pena, y Amazon es ahora la segunda compañía más valiosa del mundo, con 1.600 millones de dólares en ganancias el último trimestre. Pero no todas las compañías son Amazon. Ni por asomo.

Fotografía de Amazon
A Amazon le salió bien la jugada, pero no es lo habitual / Efe

En los últimos años hemos visto cómo cientos de compañías que aseguraban ser “el Uber de algo” recaudaban enormes montones de dinero de los inversores para quemarlo todo en un abrir y cerrar de ojos. MoviePass es un ejemplo extremo de cómo han operado muchas de estas compañías, tirando los precios para declararse en bancarrota en unos meses.

Y esto, como apunta Roose, tiene riesgos: junto con el peligro que tienen los accionistas de perder lo invertido, lo cual es inevitable en las primeras etapas de cualquier compañía, los clientes deben a costumbrarse a subidas bruscas de precios, beneficios que desaparecen, suscripciones inútiles y garantías sin sentido. También es difícil para las pequeñas empresas sin acceso a enormes cantidades de capital competir con los Google y Amazon del mundo, lo que distorsiona aún más el crecimiento económico en favor de las empresas que pueden permitirse gastar miles de millones de dólares socavando la competencia.

La única parte buena: como consumidores podemos aprovecharnos de este afán de las compañías por ganar usuarios a base de enormes descuentos. ¿Quién no ha disfrutado de sus meses gratis de televisión a la carta o ha comprado algún artículo en una oferta del todo ridícula? No te apenes, paga el capital riesgo.

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