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El "caos" del Ayuntamiento de Telde (Gran Canaria) fue el causante de la baja por depresión de una empleada del consistorio, tal y como acaba de reconocer el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJ). En concreto, establece que se trata de un accidente laboral y que la atención psiquiátrica que recibió una de las abogadas del departamento de Asesoría Jurídica se vio motivada por la situación en el ayuntamiento, "por lo que existe un nexo causal directo e inequívoco entre el mal sobrevenido y la ejecución del trabajo".
En este sentido, la sentencia considera que los hechos probados "son tan claros, contundentes y reveladores" que es imposible que los problemas psicológicos tuvieran su origen en un entorno distinto al laboral. La trabajadora, que tuvo que ausentarse por incapacidad en varias ocasiones alegando que la tensión, la desorganización y la sobrecarga de trabajo a la que estaba expuesta en su día a día eran insoportables, llevaba 10 años trabajando en el consistorio junto a otros dos abogados, sin supervisión ni una dirección del departamento.
Según su versión, a partir de 2015 la situación empezó a hacerse insostenible y, entonces, los tres abogados decidieron mandar una carta a la alcaldía denunciando las malas condiciones laborales que tenían, lo que terminó deviniendo en un gran desgaste emocional y físico: todos manifestaron problemas de salud, como estrés, angustia o ansiedad. De hecho, en la carta también hicieron referencia a las bajas laborales que se cogieron todos los empleados del departamento, como prueba del deterioro mental que padecían.
Un año después seguía sin haber respuesta por parte del ayuntamiento, por lo que los tres abogados mandaron una segunda carta en la que afirmaban sentirse "desbordados y desamparados", reiterando que no podían seguir asumiendo tanto trabajo. Poco después, la administración incrementó las labores a desempeñar por el departamento legal, algo que quedaría demostrado después de que el Concejal de Asesoría manifestase en diversos medios de comunicación el gran volumen de trabajo que afrontaba el departamento, resultando materialmente "imposible" atender todos los expedientes.
Para el TSJ, todas estas pruebas acreditan la situación "caótica" vivida en el entorno laboral de la letrada, y confirma que la baja por depresión fue motivada por ese descontrol y no por el historial clínico de trastornos depresivos y alimentarios durante la juventud de la demandante, tal y como alegaba el consistorio. En este sentido, la sentencia rechaza de plano este argumento y recuerda que esos diagnósticos tuvieron lugar dieciocho años antes de su incorporación al Ayuntamiento de Telde.
