Contra el cambio climático

La startup impulsada por Gates y Bezos que promete energía limpia infinita

Commonwealth Fusion Systems es una iniciativa que permite, en última instancia, que la electricidad que consume una persona en su vida se pueda generar con un simple vaso de agua.

Jeff Bezos y Bill Gates.
La startup impulsada por Gates y Bezos que promete energía limpia infinita
Wikimedia

Este martes se publica el último libro de Bill Gates'Cómo evitar un desastre climático', en el que el fundador de Microsoft alerta sobre los peligros del calentamiento global, al tiempo que destaca las posibilidades que ofrece la tecnología actual para alcanzar un mundo más sostenible. El mensaje de Gates es a la vez optimista -frenar el calentamiento global en las próximas décadas es posible- y realista -harán falta enormes progresos tecnológicos y mucha voluntad política-. Algo que empieza a vislumbrarse con ciertas iniciativas, como su carrera con el MIT para capturar CO2 o, incluso, la startup que impulsa junto a Jeff Bezos para crear energía renovable infinita y, en última instancia, que la electricidad que consume una persona a lo largo de su vida se pueda generar con un simple vaso de agua.

Commonwealth Fusion Systems (CFS) se ha convertido en una de las grandes esperanzas de crear energía limpia de manera sostenible... y con un potencial prácticamente ilimitado. Tal y como relata este artículo de CNBC, Hace una década, cuando su fundador, Brandon Sorbom, intentó entrar en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussetts), apenas se vislumbraba el potencial de la fusión como base para cubrir la creciente demanda energética sin dañar el planeta. Por eso, le rechazaron, a pesar de haberse licenciado en Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Física. Sin embargo, terminó creando un sistema tan innovador que tanto Gates como Bezos se terminaron sumando al proyecto a través del fondo de inversión en innovación energética Breakthrough Energy.

¿Y por qué la fusión? Primero, porque se trata de uno de los procesos más naturales que existen, por el cual dos átomos chocan entre sí y se fusionan en un átomo más pesado, generando energía. Es exactamente el procedimiento que le da energía al sol. En segundo lugar, porque mientras que la mayor parte de la energía utilizada en todo el mundo se genera al quemar materiales a base de carbono que liberan gases a la atmósfera (y calientan el planeta), la fusión nuclear no libera gases de efecto invernadero. Por último, porque no depende de factores externos como en el caso de las energías renovables como la eólica: sin viento o corriente de agua, un molino no produce absolutamente nada.

En este punto, cabe recordar que la fusión nuclear no tiene nada que ver con la fisión, que implica dividir un átomo para generar energía, que es el mismo proceso que se usa en una bomba atómica. En este sentido, la fisión genera desechos radiactivos peligrosos, y algunos accidentes como el de Chernóbil ya han evidenciado por potencial como arma de destrucción masiva. Por el contrario, la fusión nuclear es un proceso generalmente seguro, que no libera radioactividad y que utiliza un isótopo de hidrógeno como principal combustible. La idea de CFS, en teoría, es llegar a un punto en el que se pueda obtener energía incluso de un vaso de agua (que contiene hidrógeno), provocando en el futuro suficientes reacciones de fusión para generar la cantidad de energía consumida por una persona durante toda su vida.

"La fusión puede proporcionar una fuente de electricidad y calor, lo que significa que puede satisfacer todo tipo de demanda de energía, incluso para suministrar a hogares, recargar baterías, crear combustibles limpios...", explica Andrew Holland, director ejecutivo de la Asociación de la Industria de la Fusión. "Encajará directamente en las redes existentes y no requerirá actualizaciones significativas", añade. Teóricamente, una vez escalada, el coste de la energía de fusión sería comparable al precio actual de la electricidad. Entonces, si todo son ventajas, ¿por qué no estamos ya consumiendo energía generada mediante fusión? Solo hay un problema. Y ahí es donde entra en juego el mecenazgo de Gates y Bezos.

Con la tecnología actual, en la fusión se pierde toda la energía que se crea para poder sostener la reacción, sin dejar 'energía neta' para poder utilizarla para otros fines. De ahí que las principales investigaciones actuales se centren en cómo reaprovechar la energía generada en la fusión. Hay proyectos en marcha en todo el planeta e, incluso, hay una colaboración entre 35 países que trabaja en la máquina de fusión más grande del planeta, llamada Iter, en lo que es el experimento científico más caro de la historia, con un presupuesto de unos 20.000 millones de dólares. Sin embargo, se trata de proyecto lento, que probablemente no dé resultados durante la próxima década, por lo que, gracias a Gates y Bezos -entre otros-, CFS intenta dar con la respuesta por su cuenta a una escala más pequeña.

Prototipo Sparc de CFS
Prototipo Sparc de CFS

CFS

Porque la idea es la misma a cualquier escala: para lograr la fusión, se debe calentar una forma especial de hidrógeno hasta que llegue al cuarto estado de la materia, el plasma, que es extremadamente frágil. Si se interrumpe el proceso, la reacción de fusión se detiene. Para evitarlo, en los últimos años se ha desarrollado una máquina conocida por el acrónimo ruso tokamak, que usa campos magnéticos para contener una 'rosquilla' de plasma de manera segura en un recipiente. La investigación de Sorbom se centra en mejorar el tokamak, específicamente al "hacer cada vez mejores imanes": cuanto más eficientemente se pueda calentar el plasma, más energía se puede generar para, en algún momento, llegar a producir energía neta.

En las máquinas en las que trabaja CFS, las temperaturas rondarán los 100 millones de grados Celsius. En un principio, el MIT y el Departamento de Energía de EEUU fueron los principales mecenas de la compañía. Sin embargo, en 2018 decidieron permitir la entrada a inversores privados. Desde entonces, ha recaudado más de 215 millones de dólares y algunos de los mayores gurús tecnológicos y económicos están detrás del proyecto: además de Gates y Bezos, Richard Branson -fundador de Virgin-, Jack Ma -fundador de Alibaba- o Michael Bloomberg han contribuido a acelerar la investigación en fusión nuclear.

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