Influencer del fitness

De camarera a entrenadora personal: cómo gana más de 12.000 dólares al mes

Amy Meinster, de Pensilvania, apenas obtenía 200 dólares mensuales y tenía cinco clientes cuando empezó hace tres años, y ahora cuenta con unos 30 usuarios diarios gracias a las plataformas digitales.

De camarera a entrenadora personal: ahora gana más de 12.000 dólares al mes
De camarera a entrenadora personal: ahora gana más de 12.000 dólares al mes
Insider

Durante 10 años, Amy Meinster, de Pensilvania, trabajó como camarera. Fue el nacimiento de su primer hijo lo que le hizo darle un giro de 180 grados a su estilo de vida: empezó a ponerse en forma. Cada vez, le gustaba más su cuerpo atlético, y esto le ayudó a descubrir su verdadera pasión y la que se acabaría convirtiendo en su profesión. Quería ser entrenadora personal, y así lo hizo. Después de un tiempo, obtuvo el certificado que le acreditaba para ejercer la labor, montó su propio negocio, que enfocó en las mujeres y madres y, tras superar algún que otro imprevisto, ahora gana más de 12.000 dólares al mes. De los cinco clientes que tenía como máximo en sus inicios, ha pasado a una media de 30 diarios.

A finales de 2019, Meinster tenía pensado abrir un gimnasio en su casa en el que pudiera entrenar, sobre todo, a otras madres pero, cuatro meses después, el estallido de la pandemia alteró sus planes. “¿Qué puedo hacer ahora?”, pensó. No le gustaba la idea de trabajar en un gimnasio, pero encontró la solución: utilizaría las nuevas plataformas digitales. Aunque, en ese momento, ni siquiera tenía cuenta en redes sociales, pronto empezó a acumular miles de seguidores.

Amy Meinster construyó su negocio desde cero

Sus inicios como entrenadora personal no fueron sencillos. Al principio, se puso bajo el mando de un instructor que, al igual que ella, luchaba por conseguir nueva clientela. Amy Meinster ofrecía clases individuales y planes de entrenamiento. En aquel entonces, tan solo tenía diez usuarios y, la mayoría, la habían descubierto a través de las redes sociales.

Sentía que no iba en ninguna dirección, por lo que buscó otras plataformas para trabajar, hasta que se topó con Recess, que había nacido hacía solo unos meses. En esta aplicación, a diferencia de la otra, podía adaptarse a cada uno de sus clientes. Después de dos sesiones gratuitas, si desean continuar, los usuarios deben suscribirse y realizar un pago extra.

Pero Meinster no obtuvo éxito de inmediato. Durante el verano de 2021, sus ganancias eran de solo 200 dólares al mes. El gran aumento de clientela se produjo cuando Recess la agregó a Gympass, una suscripción que muchas empresas ofrecen a sus empleados para que se mantengan en forma en casa. Comenzó a recibir clientes de todo el país, todos en diferentes zonas horarias. Buscó el entrenamiento más adecuado para cada uno de ellos, la mejor hora y se planificó más de 12 clases al día. El primer mes, en julio, pasó a ingresar 365 dólares, al siguiente, 630 y, al otro, 975 dólares.

Del fallo y error al éxito absoluto como entrenadora

Al principio, Amy Meinster basaba sus clases en el ensayo y error. Con el tiempo, fue aprendiendo y perfeccionando su técnica. A medida que empezó a hacerse su propia base de clientes provenientes de Gympass, vio como esta se duplicaba y triplicaba a una velocidad vertiginosa.

La pensilvana le da una gran importancia a la opinión de sus clientes para poder implementar su negocio. Le apasiona su trabajo y está convencida de que eso se transmite: cuando impartía clases de yoga de bajo impacto o pilates, que no le gustan tanto, sus números bajaban. “Esto lo hago siete días a la semana, ¿por qué iba a dar clases que no disfruto?”, se preguntaba. A ello se une que hay infinidad de entrenadores personales, por lo que se buscó un nicho de mercado para marcar la diferencia. Así, Meinster ha enfocado su negocio en las mujeres y las madres, lo que determina el tipo de entrenamiento que hace.

Si tuviese que decir cuál ha sido la clave de su éxito, se decantaría por la constancia, que es lo que le permite conseguir nuevos clientes. Reconoce que no sabe cómo funcionan los algoritmos en esas plataformas, pero está convencida de que ser perseverante le ha beneficiado. Y, desde mayo de 2022, gana unos 12.000 dólares al mes. “No podía haber imaginado estas cifras cuando empecé”, asegura.

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