Cena de empresa: siete cosas que jamás debes hacer si no quieres que te despidan

Karaoke en una cena de empresa
Karaoke en una cena de empresa
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Queramos o no, uno de los grandes eventos de estas Navidades es la cena de empresa, esa extraña reunión en la que los empleados olvidan por una noche el estrés acumulado durante todo el año y comparten mesa, comilona y alcohol durante unas horas. Como ya hemos explicado, es importante acudir a las cenas de empresa, por mucho que no nos atraiga en exceso la idea: sirve para confraternizar, eliminando jerarquías y permitiendo a cualquier persona explorar intereses comunes con los demás. Sin embargo, no hay que confundir el contexto, ya que no se trata de una fiesta con amigos íntimos, sino con compañeros y jefes a los que hay que volver a ver al día siguiente en el trabajo.

Por eso, utilizar un ambiente distendido como el de una cena de empresa para ser extremadamente sincero o para saldar cuentas pendientes con enemigos en el trabajo puede no ser la mejor idea... De hecho, puede acarrearte más problemas que otra cosa e, incluso, acabar con una reprimenda o, peor, tu despido. El problema es que, en función de la magnitud de tu metedura de pata, la empresa puede decidir incluso despedirte de forma procedente por no cumplir con alguna norma de conducta en concreto. No hay que olvidar que se trata de un lugar de trabajo en el que quizás no se trabaje, pero en el que se sigue respetando la privacidad de lo que se habla y ocurre, así como los códigos de conducta que se exigen habitualmente. Por todo ello, recopilamos siete cosas que deberías evitar hacer o decir en cualquier cena de empresa.

1. No abuses del alcohol

Un fotograma de 'Fiesta de empresa'
Si llegas al punto de querer llevar dos renos a la fiesta de empresa, es el momento de dejar de beber. Un fotograma de 'Fiesta de empresa'. / Paramount Pictures

Parece una obviedad, pero resulta que tomarse unas copas de más durante la cena de empresa es más habitual de lo que parece. El problema es que, aunque creas que 'controlas', tu conducta puede cambiar radicalmente respecto a la que muestras en la oficina. No tiene por qué pasar nada, pero hay quien saca su lado más extrovertido cuando bebe... y no siempre es agradable. Al cabo, no querrás que se te recuerde por atormentar a los demás con actuaciones lamentables de karaoke, confesiones sentimentales o montando el drama de última hora que acaba con la fiesta.

2. No es el momento de declarar tu amor

Chandler Bing, en Friends
Aprovecharse de que Mónica está a 1.800 kilómetros de Chandler para declararte en la cena de empresa tampoco es buena idea. / Friends/Warner Bros

Otro error común es confundir una cena de empresa con un paseo en góndola por Venecia: definitivamente, por mucho que haya buena sintonía con esa otra persona (incluso si hay cierto flirteo mutuo en la oficina), una cena de empresa es el peor lugar para armarse de valor (o de un par de chupitos de tequila) y declararle tu amor a otra persona. Ni siquiera para dar rienda suelta a una pasión puntual, no solo porque tu jefe pueda estar contemplando una escena legalmente censurable (dependiendo de la actitud de ambos), sino porque realmente la otra persona puede sentirse acosada. Y puede resultar realmente incómodo la vuelta al trabajo.

3. Ni de declarar tu odio por tu jefe

Jack Nicholson y Adam Sandler en 'Ejecutivo Agresivo'
Aunque sueñes con liarte a puñetazos con tu jefe, una fiesta de empresa no es el lugar. Jack Nicholson y Adam Sandler en 'Ejecutivo Agresivo'. / Columbia Pictures

El estrés del fin de año, cuando se cierran cuentas y proyectos de cara al año siguiente, suele desatar más tensiones de las habituales en cualquier empresa. Puede que incluso tengamos algún roce reciente con nuestro jefe directo. Sin embargo, una cena de empresa no debe ser la excusa para criticar a tu jefe abiertamente ante los demás. Para empezar, porque entra dentro del ámbito privado de tu relación con él. Pero, sobre todo, porque no sabes quién está escuchando ni qué puede escuchar: te arriesgas seriamente a desvelar información confidencial o que pueda comprometer tu futuro en la empresa.

4. Y, desde luego, no te reveles ante tu enemigo

Cómo conocí a vuestra madre duelo
Menos aún, si hay espadas en la sala. / 'Cómo conocí a vuestra madre' / CBS

Pero la cena de empresa tampoco es un lugar para saldar cuentas pendientes con ese compañero al que no soportas, que no hace nada más que vaguear, que hace que el ambiente en la oficina sea tóxico o que, directamente, te hace la vida imposible. Por mucho que su falta de profesionalidad afecte a tu trabajo (y que tengas que echar más horas para equilibrar la balanza), el lugar para resolver esas rencillas no es la fiesta de empresa. Siempre es mejor esperar a un ambiente más sosegado, sin alcohol de por medio y en el que se pueda mantener una conversación sana sobre vuestros problemas.

5. No preguntar por un ascenso en la cena

Las empresas están llenas de jefes incompetentes. / Pexels
Presentarle un informe de méritos a tu jefe con un cubata en la mano no ayuda. / Pexels

Tampoco parece que sea la mejor idea aprovechar la cena de empresa para discutir tu situación en la empresa con tu jefe. Aspectos como una subida salarial o un ascenso, por mucho que estén pendientes de resolverse, no deben sacarse en medio de este tipo de reuniones. Puede que sentarte al lado de ese compañero que gana más que tú sin dar un palo al agua no ayude, pero es preferible reunirse con tu superior en la oficina, en un ambiente de trabajo en el que puedas hacerle ver tu productividad para la empresa sin estar ebrio.

6. No apoderarse del micro (para cantar o dar un discurso)

Karaoke en una cena de empresa
Cantar un tema de Def Con Dos dedicado a tu jefe puede que no sea la mejor idea. / Pixabay

Si te mencionan o eres galardonado con algún tipo de premio u obsequio durante la cena de empresa, dirige unas palabras de agradecimiento desde el púlpito a tus compañeros y superiores. Y, si no te salen las palabras, tira de todos los tópicos que te vengan a la cabeza, que siempre son mejores que discursos improvisados bajo los efectos del alcohol: "no habría sido posible sin vosotros", "somos un equipo", "sin vuestro liderazgo, este proyecto no sería posible"... Pero si nadie te pide unas palabras, no conviene que te apropies del micrófono en el karaoke o para ofrecer un discurso espontáneo. Podrías lamentar después lo que salga de tu boca.

7. Y, sobre todo, no tomes decisiones drásticas

Fiesta DJ
Cuando el DJ pone Mago de Oz, lo mejor que puedes hacer es irte a casa. / Pixabay

Si has sobrevivido a todo lo anterior sin haber metido la pata, aún queda un error que muchos cometen en este tipo de eventos: tomar decisiones drásticas o sin remedio: desde mandar a paseo de malas formas a un compañero por un asunto menor, hasta anunciar que dejas el trabajo. Con esto último conviene tener cuidado, ya que estás hablando con jefes que tal vez sean compañeros en tu empresa, pero que el lunes tendrán que comunicar a Recursos Humanos tu salida. Así que si no quieres marcharte con una mano delante y otra detrás de la compañía, procura no comunicar tu cese después de haberte tomado unas copas de más.

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