Cinco reglas obligatorias para sobrevivir a un viaje de larga distancia en avión

  • Los vuelos de larga distancia son cada vez más comunes. Es una buena noticia, pero es importante tener siempre en cuenta que pueden minar la salud.
Si no te levantas acabarás atrofiado / Pixabay
Si no te levantas acabarás atrofiado / Pixabay

Según un análisis de Travel Club entre sus seis millones de socios, el 42 % de los españoles que coja un avión esta Semana Santa lo hará en vuelos locales, pero el 23 % se decantará por vuelos europeos y el 24 % por vuelos intercontinentales.

Los vuelos de larga distancia son cada vez más comunes. Esta semana, la aerolínea australiana Qantas completó su primer vuelo sin paradas entre Perth y Londres, que cubre un trayecto de casi 14.500 kilómetros en 17 horas. Se trata de un vuelo especialmente largo, pero a partir de las diez horas de viaje deberíamos tomar ya ciertas precauciones.

Pasar tanto tiempo en un avión provoca un fuerte jet lag y tiene consecuencias físicas. Además del habitual insomnio, la fatiga y las diarreas, los viajes de tan larga distancia aumentan el riesgo de una variedad de problemas que incluyen depresión y obesidad. No obstante, siguiendo una serie de consejos es posible sobrellevar los viajes largos sin apenas molestias.

Estos son los consejos imprescindibles para sobrevivir a los viajes de larga distancia:

1. Muévete

Permanecer muchas horas sentado en el asiento sin variar la posición puede causar el síndrome de trombosis venosa profunda (TVP, por sus siglas en inglés): un bloqueo del flujo sanguíneo que provoca inflamaciones y dolores en las piernas. Mientras no haya turbulencias, y una vez que el avión haya despegado, puedes moverte por el pasillo de la cabina libremente. No hace falta que te pongas a hacer flexiones, pero con levantarse y hacer un recorrido de punta a punta de la cabina cada dos horas, puedes evitar los problemas circulatorios y el dolor de espalda.

2. Hidrátate

El ambiente de la cabina es frío y seco y sin una correcta hidratación es fácil acatarrarse. La British Heart Foundation recomienda a los pasajeros que se mantengan bien hidratados durante el viaje, evitando el alcohol y la cafeína, que provocan el efecto contrario. Lo ideal es beber agua: ya sea la que te proporcionen en las comidas o la que subas tú al avión.

Aena va a obligar, además, a que en los aeropuertos españoles se vendan las botellas de agua a tan solo un euro, lo que facilita esta tarea.

No es fácil moverse en un avión, pero hay que intentarlo / Pixabay
No es fácil moverse en un avión, pero hay que intentarlo / Pixabay

3. Ve adaptándote al nuevo horario

Un consejo para minimizar el jet lag es tratar de adaptar tu sueño al horario de destino. ¿Cómo? Simplemente cambia la hora de tu reloj nada más subir al avión y trata de dormir conforme a esta. Es difícil, pero si logras descansar conforme a esta, al menos todo lo que puedas, el jet lag será mucho más llevadero.

4. Vístete cómodo

Cuánta más ropa lleves en el aeropuerto más difícil será pasar el control de seguridad, pero, además, más incómodo será tu viaje. Utilizar ropa holgada permite tener una mejor circulación. No hay ninguna razón para llevar corbata, tacones o, incluso, llevar el cinturón abrochado. Lo ideal, en realidad, es ir en chándal, pero si no usas este tipo de prenda opta al menos por una camisa y unos pantalones que no te aprieten.

5. No rechaces los complementos básicos

Llevar almohada, antifaz y tapones puede resultar algo pasado de moda, pero en realidad se trata de clásicos básicos muy útiles en los viajes más largos. Una pequeña almohada para los cervicales te va a permitir descansar sin acabar en la típica postura revienta cuellos, y el antifaz y los tapones son ideales para obviar al niño que tienes detrás gritando.

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