Ideal para pequeños inversores

Cómo empezar una colección de whisky con 1.000 euros y ganar un 9% al año

El desconocido negocio del 'scotch' es uno de los más lucrativos en términos de rentabilidad, con un crecimiento medio del 262% en los últimos cinco años.

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Cómo empezar una colección de whisky con 1.000 euros y ganar un 9% al año.

Uno de los valores que más se ha recuperado en el último año es el bitcoin, situándose en enero de 2021 en prácticamente el doble que en 2018, en pleno auge del interés popular por las criptomonedas. Una de las razones que esgrimen buena parte de los analistas es que la moneda virtual, ajena a los mercados tradicionales, se ha convertido en una suerte de valor refugio, como el oro, para pequeños, medianos y grandes inversores. De ahí que, en plena pandemia, haya cada vez más gente dispuesta a invertir en valores poco tradicionales. Sin embargo, ni siquiera el bitcoin se acerca a la rentabilidad actual que ofrece el desconocido negocio del whisky, que ha multiplicado por cinco su valor en el último lustro.

Como comentábamos esta misma semana, a pesar de que entre 2015 y 2020 el valor de las botellas de whisky más selectas del mundo se haya disparado un 262%, en los últimos 12 meses se ha mantenido prácticamente estable. Algo distinto a lo que ocurre con las ediciones de rango medio -botellas con precios entre los 250 y los 1.000 euros-, que se han convertido en la inversión más atractiva de este particular mercado en estos momentos, según la web especializada Rare Whisky 101: la rentabilidad trimestral media para este tipo de productos es del 4,50%, mientras que a 12 meses ronda el 9%. En el caso de las botellas en el 'top 50', la rentabilidad acumulada en los últimos 12 meses ha sido negativa, del -1,70%.

Parece evidente que, a día de hoy, dentro del mercado del whisky sale más a cuenta invertir en botellas en un rango de precios medio que en las más selectas. Por eso, tanto si te consideras un gran bebedor como si simplemente te interesan esta popular bebida, este puede ser el mejor momento para empezar tu propia colección. ¿Cómo? Lo primero que debes saber es que se trata de un mercado no regulado y, por lo tanto, que la gran mayoría de las compraventas se producen en el ámbito privado o a través de subastas, similar a lo que ocurre con otros objetos clásicos como los coches o las obras de arte. Pero, ¿por dónde empezar?

Conocer el mercado

Tal y como explica Andy Simpson, cofundador de Rare Whiskey 101, en este artículo de 'Bloomberg', lo principal es conocer el particular mercado del whisky: lo más valioso suele ser su antigüedad o su rareza. Una edición limitada puede ser tanto o más valiosa que una botella de 1920. Por eso, recomienda empezar con un ejercicio muy simple: comprar una botella de tu año de nacimiento. Por ejemplo, si has nacido en 1985, es probable que no necesites invertir mucho para empezar tu propia colección. Con solo 1.000 euros, por ejemplo, se podrían adquirir una o dos ediciones que, al ritmo de crecimiento actual, permitirían ganar en torno a 90 euros al año.

Lo más sencillo es empezar por tu marca favorita o una botella de destilerías existentes -las de las que han cerrado previsiblemente serán más caras, ya que no se producen actualmente-. Una vez introducido en el particular mundillo del whisky, empiezan a interesarte las distintas notas aromáticas o de sabor, según Simpson. En este sentido, "existen grandes diferencias que dependen de la fuente del agua, el tipo de destilado y, sobre todo, el tipo de barril que se utiliza. Además, el whisky se envejece y la cantidad de tiempo que pasa allí es determinante", explica. Conocer todos estos detalles y cómo afectan a su valor en el mercado es otra de las claves a la hora de empezar a invertir.

Por ejemplo, el whisky japonés es uno de los que más se ha revalorizado en los últimos años: comenzaron a ser aclamados a mediados de la década de 2000, pero el verdadero 'boom' comenzó solo después de la crisis financiera de 2008. Un ejemplo es la Karuizawa de 1960, una edición que se vendió originalmente en 2013 por 12.500 libras (14.250 euros), mientras que en 2020, en la popular casa de subastas de Sotheby's alcanzó un valor de 363.000 libras (413.000 euros), es decir unas 30 veces su precio siete años antes. No es de extrañar que Karuizawa sea hoy en día una de las más famosas destilerías silenciosas de Japón. Y, por supuesto, también distribuye botellas por menos de 1.000 euros.

En este sentido, la consistencia de la calidad y la reputación de una destilería son muy importantes a la hora de aventurarse a crear una colección propia de whisky, según Simpson. Sin embargo, otra de las claves son las reglas de la edad: un whisky de 30 años de la misma destilería es más valioso que una botella de 20 años. Los números que cuentan son la fecha de destilación y la fecha de embotellado, momento en el que un whisky deja de envejecer. Un 1983 de 25 años habría sido destilado en 1983 y embotellado en 2008, por ejemplo.

La rareza también cuenta, evidentemente. Las destilerías que ya no existen y han dejado de producir suelen ser las más valiosas para los coleccionistas, precisamente por su exclusividad. Algo similar a lo que ocurre con ediciones limitas, aún siendo de marcas que hoy en día siguen produciendo. De hecho, lo mejor es que, en este caso, ni siquiera hay que irse marcas desconocidas. Por ejemplo, existen ediciones limitadas de destilerías como Johnnie Walker que en solo un año pueden duplicar su valor, como el caso de la botella de Blue Label conmemorativa del Año Chino que en febrero de 2020 valía en torno a 140 euros la unidad y que hoy en día se vende por 270 euros.

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