Cómo diseñar un currículum para que sea lo más efectivo posible: siete claves

  • Tradicionalmente, los currículum tienen una estructura fija casi inamovible, pero en la era de internet esto ya no vale. Hay que destacar.
El diseño del CV es decisivo para encontrar un empleo. / Pixabay
El diseño del CV es decisivo para encontrar un empleo. / Pixabay

Diseñar un currículum atractivo no es tarea fácil. La primera impresión es clave al elegir qué personas entrarán en un proceso de selección. Según las investigaciones, el personal de recursos humanos se toma de media tan solo seis segundos a la hora de valorar un currículum. Y es por ello por lo que no solo tiene que ofrecer la información adecuada: esta tiene que destacar.

En España puede resultar extravagante, pero en Estados Unidos existen consultoras que se dedican, con éxito, a asesorar a los candidatos para diseñar su currículum o el perfil de LinkedIn. Es el caso del Brooklyn Resume Studio, que cuenta además con un blog en el que se ofrecen numerosos consejos útiles para superar un proceso de selección.

Su fundadora, Dana Leavy-Detrick, conoce bien como presentar un currículum funcional, que llame la atención de los empleadores y ayude a pasar a los candidatos la primera criba. Un reciente artículo publicado en 'Money' recoge estos consejos, que junto a los que se han publicado en el blog de la compañía, nos ofrecen una idea muy precisa de lo que realmente funciona.

1. Elige una plantilla y una fuente sencilla

Existen muchos formatos y diseños para currículum aceptables. En internet hay decenas de plantillas gratis a las que ajustarse, y casi todos los procesadores de texto cuentan con opciones más que válidas.

Lo ideal, explica Leavy-Detrick, es optar por diseños poco complejos, sin demasiadas florituras, casi minimalistas. Tampoco hay una fuente de letra concreta por la que optar, apunta, pero recomienda decantarse por tipografías de paloseco o ‘san serif’, como la Franklin Gothic, la Calibri (que es actualmente la estándar de Microsoft Word) o la Avenir

Es importante, además, no variar de tipografía y usar la negrita para resaltar las partes importantes del currículum.

2. Empieza el CV con un resumen

Tradicionalmente, los currículums tienen una estructura fija casi inamovible: primero van los datos personales, después la experiencia y la formación académica y, por último, otras habilidades como los conocimientos de idioma e informática. Pero de un tiempo a esta parte esto está cambiando.

Si bien los datos personales muy escuetos (teléfono, correo y, en ocasiones, perfiles de redes sociales) deben ir en primer lugar, después debe colocarse un pequeño resumen, que sirva a modo de presentación del candidato.

Es un texto muy similar al que se destaca en LinkedIn –del que hablábamos recientemente– que debe resumir en unas 40 palabras todo lo que puedes aportar al empleador. Lo ideal es adaptar este a cada oferta concreta, dejando claro quién eres y qué buscas, e incluyendo los aspectos más importantes de tu candidatura, como son tu profesión, tus años de experiencia, tus especialidades y habilidades principales, así como tus logros más destacables.

Un buen CV te coloca más cerca de un buen contrato. / Pexels
Un buen CV te coloca más cerca de un buen contrato. / Pexels

3. Añade después las habilidades y competencias

Las “habilidades” y “competencias” –en inglés simplemente 'skills'— son desde hace tiempo las palabras de moda en el mundo de los recursos humanos.

En un entorno en el que el autoaprendizaje y la formación no reglada es cada vez más importantes, no basta con saber qué has estudiado: lo decisivo es poner negro sobre blanco qué sabes hacer en concreto.

Por ello, tras el resumen, lo ideal es incluir una serie de competencias clave que indiquen al empleador de un vistazo qué sabes hacer: estas pueden incluir idiomas, programas o lenguajes informáticos y habilidades de todo tipo.

No hace falta redactar nada, solo listar palabras clave, que se pueden variar en función de cada candidatura. Un ejemplo de lo que podría poner un periodista: redacción – investigación – edición de textos – fotografía – agenda completa – periodismo de datos – social media – gestión de equipos – Adobe Photoshop – inglés avanzado.

4. No añadas las redes sociales que no sean necesarias

En los datos personales mucha gente acostumbra a añadir su perfil de redes sociales, pero estos son relevantes solo en la medida en que los utilices de forma profesional y tengan un impacto: no tiene sentido compartir tu perfil de Twitter si apenas tienes seguidores ni lo actualizas con frecuencia. Casi todo el mundo puede compartir el perfil de LinkedIn pero, de nuevo, debe estar convenientemente actualizado.

5. Da una nota de color

Muchos candidatos entregan su currículum en blanco y negro, por lo que es fácil destacar si aplicamos una nota de color al nuestro. Pero sin pasarse.

Lo ideal es añadir color en líneas o resaltados que sirvan para separar las distintas partes del documento, como son la experiencia y la formación académica.

Merece la pena invertir tiempo en diseñar un buen CV. / Pexels
Merece la pena invertir tiempo en diseñar un buen CV. / Pexels

6. Limita el currículum a dos páginas

Está muy extendida la idea de que un currículum debe tener tan solo una página, pero como explica Leavy-Detrick, entre los candidatos senior, con una experiencia de entre 8 o 10 diez años, es aceptable presentar dos páginas.

En este punto de su carrera, explica, los candidatos han tenido múltiples trabajos, generalmente varios empleadores, y están comenzando a agregar varios logros y reconocimientos que ocupan espacio adicional en el currículum. Si bien es posible condensarlo en una sola página, es posible que corras el riesgo de eliminar información valiosa que sea de interés para el personal de recursos humanos.

Lo importante es evitar cualquier información superflua: no es necesario listar todos los trabajos –sobre todo si alguno de ellos no está directamente relacionado con tu especialidad actual–, ni cualquier curso que hayas hecho. El currículum debe contener solo información relevante.

7. Añade experiencias complementarias

En ocasiones es recomendable añadir al currículum ciertas experiencias no estrictamente profesionales, que puedan marcar la diferencia con otros candidatos. Esas experiencias pueden abarcar desde hobbies hasta posiciones de liderazgo, actividades deportivas u otros logros no profesionales que indiquen al empleador que tienes competencias adicionales a lo esperable de tu trayectoria profesional.

En este sentido Leavy-Detrick recomienda compartir logros deportivos reseñables, posiciones de liderazgo en asociaciones o experiencia en voluntariado.

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