Cómo negociar el salario cuando te ofrecen un nuevo trabajo: cinco claves

Siempre podemos negociar el salario de un nuevo trabajo / Pixabay
Siempre podemos negociar el salario de un nuevo trabajo / Pixabay

Ya busques un nuevo trabajo asalariado o un encargo como freelance, la cuantía que vas a recibir no está determinada de antemano. Las empresas siempre buscan ahorrarse dinero en las contrataciones y, como en cualquier negociación, la primera oferta nunca responde a la máxima cantidad que están dispuestas a pagar.

Según explica la profesora de economía de la Carnegie Mellon University Linda Babcock en su libro Ask for It: How Women Can Use the Power of Negotiation to Get What They Really Want, renunciar a negociar el salario de tu primer trabajo puede suponer la pérdida de cientos de miles de dólares a lo largo de tu carrera, solo por comenzar tu escalada en el mundo laboral desde un peldaño inferior.

Como apunta Babock en una entrevista en The New York Times, uno de los principales errores a la hora de negociar un salario consiste en pensar que el mero hecho de plantear la negociación supone generar un conflicto.

Nada más lejos de la realidad, advierte la experta. De hecho, las compañías esperan de un buen perfil que negocie lo que se le va a pagar, pues es un indicativo de que la persona es valorada y podría tener otras ofertas.

Negocia siempre

Por lo general, nadie compra un coche o casa sin negociar, y tampoco deberíamos aceptar un trabajo sin acordar unas condiciones que satisfagan a ambas partes. A la hora de ofertar un puesto, los empleadores generalmente no se plantean un salario concreto, sino un rango salarial que están dispuestos a aceptar, y llegarán al punto más alto si el candidato lo merece.

Tenemos que tener en cuenta, además, que una vez llegado al punto del proceso de selección en el que se van a discutir las condiciones y el salario es seguro que la compañía está interesada en contratarte, y vale la pena intentar, sencillamente, que lo haga por la máxima cantidad que está dispuesta a pagar.

Los riesgos de tratar de negociar el salario tampoco son elevados, sencillamente habrá un máximo que no lograrás traspasar, pero nadie va a retirar la oferta de empleo solo porque tengas la legítima voluntad de querer ganar más dinero.

Ahora que tienes claro la importancia de negociar, es importante repasar las claves para que esta sea exitosa. Son estas:

Oculta tu historia salarial

Muchos empleadores preguntan por lo que estabas ganando en anteriores trabajos para ver cuánto te pueden apretar. Trata de no caer en la trampa. No tienes ninguna obligación de revelar lo que ganabas antes, y es mejor que la otra parte no lo sepa, pues cuanta más información tenga, mejor.

Lo ideal es decir algo en plan: “Este trabajo no es cómo el que hacía antes, conlleva otras responsabilidades que deben pagarse de forma justa”. Si la negociación gira en torno al trabajo que has hecho y vas a hacer, y no cuánto te han pagado por él, tienes más probabilidades de lograr un mayor salario.

Estudia el mercado

El éxito de una negociación salariar reside en buen parte en conocer cuánto es el máximo que puedes pedir, y para ello lo ideal es conocer qué se está pagando por puestos similares en el sector.

Dado el secretismo en torno a los salarios –algo que, en realidad, no beneficia a nadie– esta información no siempre es fácil de conseguir, pero si tienes algún contacto dentro de la empresa o en posiciones similares en otras compañías puedes hacerte una idea aproximada de cuánto podrían pagarte.

Está bien pedir algo ligeramente por encima de lo habitual, pero si pides una barbaridad tu credibilidad puede quedar en entredicho. Lo mismo ocurre si planteas un salario demasiado bajo, lo que puede encender las alarmas sobre tu profesionalidad o falta de experiencia.

Despedir puede conducir a tener un mayor salario. / Pixabay
Trata de no amilanarte en la negociación. / Pixabay

Planea tu propio rango salarial

Al igual que las compañías conocen la cantidad máxima que están dispuestas a pagar, tú debes plantear una cantidad mínima que esperar cobrar y, por encima de esta, plantear al empleador un rango que estás dispuesto a aceptar. Es decir, si pretendes cobrar 100.000 euros, lo mejor es decir que esperas cobrar entre 100.000 y 120.000 euros.

Según un estudio firmado por Daniel Ames y Malia Mason, profesores de la Columbia Business School, al plantear un rango salarial aceptable, la percepción de tu empleador al aceptar la cantidad más baja es que ha conseguido apretarte las tuercas al máximo y, además, tendrá la impresión de que eres una persona flexible.

Tampoco vale plantear un rango demasiado amplio. Según los autores, el rango más exitoso es el que tiene una diferencia del 20% entre la cantidad más baja y la más alta.

Sigue un guion

A la hora de acordar un salario, como en cualquier otro proceso de negociación, es conveniente seguir un guion establecido, que nos ayude a obtener los mejores resultados. Plantea primero lo agradecido que estás por tener la oportunidad de afrontar un nuevo trabajo y lo emocionado que estás por formar parte de la nueva empresa; destaca tus éxitos y habilidades; sugiere las formas en las que vas a mejorar la compañía; finalmente, plantea en qué forma tu salario va a compensar tus habilidades y responsabilidades.

No te rindas

No siempre vas a logar cobrar lo que quieres, pero como dice el refrán “el que no llora no mama”. Si te aprietan las tuercas plantea sencillamente cuál es la máxima cantidad que están dispuestos a pagar y recházala si estás en condiciones de no aceptarla. El no, en cualquier caso, ya lo tenías.

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