Cómo rechazar una oferta de trabajo sin cerrar del todo la puerta a esa empresa

  • No te quedes con el primer trabajo que encuentres. Puedes valorar y rechazar sin ningún tipo de riesgo si sigues estos pasos
Un rechazo puede convertirse en un "hasta la próxima". / Pexels
Un rechazo puede convertirse en un "hasta la próxima". / Pexels

Es bueno no acomodarse. El conformismo está lleno de rincones espinosos por reconfortante que suene el término. Mantener la búsqueda de empleo activa es importante incluso cuando ya estás trabajando. Por especial y excitante que te resulte tu trabajo actual, siempre debes pensar en una mejora de empleo, en un cambio. Esto, probablemente, sea uno de los motores principales para hacernos avanzar en la vida. 

De hecho, es una técnica que no pocas empresas están llevando a cabo. Hablamos de animar a tus empleados a mantener una búsqueda activa de empleo en transparente comunicación con la empresa. Esto podría ser una gran herramienta para mantener en tus filas a los mejores talentos. 

La eterna búsqueda te lleva a un sin fin de pruebas y entrevistas. Pero cuando sigas todas los trucos y recetas para superarlas y comprueben tu valía, querrán que formes parte de sus equipos. Y entonces, aquí, es cuando llega tu gran momento: elegir si quieres el trabajo o no. Porque sabes que puedes rechazarlo, ¿no?

El miedo a quemar barcos

Una de las razones del miedo a rechazar una oferta de trabajo es ese temor a perder el acceso a determinadas empresas. Marissa Miller, en un artículo para 'Mic', habla sobre ese momento, y para ello, toma como referencia a diferentes profesionales como Blair Decembrele, experto en carreras de LinkedIn.

Según Miller, hay varias razones por las que uno debería rechazar una oferta de trabajo. Entre ellas se podrían encontrar: la falta de oportunidad para el movimiento vertical dentro de la empresa, una cultura empresarial inadecuada o expectativas salariales insatisfechas. A veces, las razones pueden ser un poco más difusas y difíciles de identificar: una sensación visceral, una llamada del instinto más primario.

Hay cuatro errores que es muy sencillo cometer en una entrevista. / Pexels
Explica siempre por qué no te interesa el puesto. / Pexels

Miller da tres consejos a seguir para cuando llegue la ocasión de rechazar una oferta:

1. Actúa rápido

Una vez que hayas tomado la decisión de no quedarte con ellos, debes comunicarlo de inmediato.

"Si bien es apropiado y muy común rechazar una oferta de trabajo por correo electrónico, una llamada telefónica es más amable y te dará la oportunidad de hablar directamente con el gerente de contratación", dice Decembrele. "Si no puedes ponerte en contacto por teléfono ese día, entonces pulsa enviar a ese correo electrónico".

Debes permitir que el gerente de contratación avance rápidamente hacia otro candidato y complete el puesto lo más rápido posible.

2. Explica por qué no aceptas el trabajo

Recuerda cuando fuiste rechazado en alguna ocasión. Los comentarios y las razones de esa elección te han valido para mejorar en los siguientes procesos de selección.

¿Por qué no extender esa misma cortesía a este gerente de contratación? “Después de todo, nadie está mejor equipado para proporcionar retroalimentación objetiva sobre la posición o el proceso de contratación que un profesional externo como tú”, dice Miller.

Para dar la información has de ser directo y respetuoso. Brinda una explicación breve y honesta para declinar la oferta. Luego, "asegúrate de mencionar específicamente cualquier cosa que el gerente de contratación haya dicho o hecho en el proceso que sea destacable", aconseja Decembrele.

3. Asegúrate de mantener el contacto

Rechazar una oferta de trabajo no significa el final de esta relación profesional. De hecho, podría abrir la puerta a nuevas oportunidades. Una vez que hayas rechazado la oferta, no dudes en conéctarte con ellos. LinkedIn o Twitter serían una buena opción.

Si dejaste grata impresión en la empresa y los mantienes al tanto en tu evolución profesional, tal vez quieran tus servicios para nuevas oportunidades. No dejes cerrar la puerta por completo. Nunca es necesario.

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