La educación afectiva

Cinco consejos de expertos para padres que tengan que castigar a sus hijos

Según la profesional de la crianza, Lynne Azarchi, estas ocasiones pueden convertirse en un momento de aprendizaje para los menores.

Dos niños discutiendo en la presencia de su madre.
Cinco consejos de expertos para padres que tengan que castigar a sus hijos
©[Jep Gambardella] a través de Canva.com

La educación de los niños es una de las materias más complejas a las que tienen que enfrentarse los padres. No existe un manual perfecto que dé respuesta a todos los problemas que se van encontrando durante la crianza. Sin embargo, con el paso de los años, algunas técnicas que parecían seguras, han terminado pasando al olvido y otras nuevas acaparan la atención de educadores infantiles y psicólogos.

Una de las circunstancias más difíciles que deben tener en cuenta los adultos son los momentos en los que los menores se comporten mal. Sin embargo, según la experta Lynne Azarchi, estas ocasiones pueden convertirse en un momento de aprendizaje para que los niños crezcan "confiados, inteligentes y empáticos". Para que esto sea así, la profesional ha compartido con la CNBC cinco consejos para cuando los padres tengan que castigar a los más pequeños.

Las claves

Uno de las primeras cuestiones a tener en cuenta es el detalle de los comentarios. Tanto para las críticas positivas como para las negativas, será mejor que los padres sean minuciosos y concretos. "De esta manera, los niños no siempre están bajo el microscopio de ser clasificados como buenos o malos", explica la profesional. Un ejemplo de cómo se puede dar una lección sería: "No me gustó que le pegaras a tu hermanito. Eso no fue algo agradable de hacer". 

En segundo lugar, habrá que utilizar la culpa y no la vergüenza. La vergüenza es un sentimiento que le comunica "que él o ella no es una buena persona". Por el contrario, con la culpa, se le pide al niño "que reflexione sobre cómo un comportamiento específico que no dio en el blanco". El tercer consejo pasa por involucrar a los hijos en tareas diarias de casa. Para el profesor de psicología Adam Grant, esto les brindará autocompasión y les hará sentir que tienen "algo significativo que ofrecer". Si se deja para cuando sean más mayores, quizá sea demasiado tarde y no haya forma de corregirlos. 

También será muy importante hablar de emociones. Expertos en la materia recomiendan tener conversaciones abiertas y hacer actividades que las exploren. Por ejemplo, "si su hijo le gritó a su hermana, pregúntele cómo se sintió durante ese tiempo y cómo cree que ella se sintió cuando le gritó". Por último, hay que evitar conductas que pretendan corregir una actitud bajo una recompensa. "El soborno es una estrategia que solo funciona a corto plazo. El buen comportamiento no es algo que deba comprarse con juguetes y comida", ha concretado Azarchi.

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