La razón por la que tu jefe nunca debería mandar correos de trabajo en vacaciones

  • Cada vez que un jefe manda un correo en vacaciones recuerda a su equipo que el tiempo libre es una quimera, pero, además, que no confía en él
"No me cuesta nada contestar". Pero al resto si responder / Roman Drits
"No me cuesta nada contestar". Pero al resto si responder / Roman Drits

“Este puente estaré de vacaciones, pero si hay algo importante escríbeme, que miraré el correo”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase en boca de nuestro jefe? Quizás demasiadas.

Según un reciente estudio de Project: Time Off, una asociación que persigue la racionalización de horarios en Estados Unidos, solo el 14 % de los directivos desconectan cuando están de vacaciones, un porcentaje que se reduce al 7 % en los niveles más elevados de jerarquía. Y esto hace que entre los empleados rasos y con posiciones intermedias cada vez sea más habitual contestar requerimientos del trabajo en el tiempo libre.

En Estados Unidos, casi la mitad de trabajadores siguen mirando el correo de la empresa estando de vacaciones. En España no hay cifras al respecto, pero se trata de una práctica habitual que ha denunciado abiertamente los sindicatos.

El pasado julio, la aseguradora Axa se convirtió en la primera empresa española en incluir el derecho de su plantilla a no responder llamadas o correos fuera del horario laboral. Un derecho que los sindicatos quieren incluir en el Estatuto de los Trabajadores, como ocurre ya en Francia, que incluye la obligación de negociar una suerte de “condiciones de desconexión” entre empresa y empleados en su nueva (y, por otras razones, polémica) reforma laboral.

Pero como explica Katie Denis, directora de investigación de Project: Time Off en un artículo en Harvard Business Review, la desconexión no es solo un derecho de los trabajadores, en realidad es algo útil para la cultura de una empresa.

“Las compañías gastan una cantidad indescriptible de energía en construir cultura de empresa –definiendo sus valores, renovando su espacio en la oficina, organizando fiestas y voluntariados…–, pero muchos directivos siguen sin darse cuenta de que mientras esta cultura es muy difícil de construir es increíblemente fácil de destruir”, explica Denis. “Y, sin saberlo, puedes arruinarla en dos pasos: vete de vacaciones y continúa trabajando como si nunca te hubieras ido”.

Es posible vivir sin correo electrónico / Pixabay
Es posible vivir sin correo electrónico / Pixabay

Cada correo es una puñalada en la confianza

Como apunta Denis, cada vez que un jefe manda un correo a su equipo estando de vacaciones le recuerda que el tiempo libre no es en realidad tiempo libre. No es un problema si se trata de algo puntual –el convenio de los trabajadores de Axa reconoce, por ejemplo, que el derecho a la desconexión puede interrumpirse por “causa de fuerza mayor o circunstancias excepcionales”–, pero es uno de los grandes si se convierte en costumbre. Y no tanto por que degrada el tiempo vacacional, sino porque manda un claro mensaje al resto de empleados: “No me fío de que hagáis el trabajo sin mi” o, peor, “No me organizo lo suficiente para dejar la tarea hecha antes de irme de vacaciones”.

Esto acaba erosionando la cultura de la empresa y, como se puede ver en el estudio de Project:Time Off, las consecuencias son graves. Las empresas que no admiten la desconexión tienen empleados menos comprometidos. En comparación con las compañías que respetan de verdad las vacaciones, es menos probable que digan que se sienten valorados por su empresa (69 % respecto a 50 %) y que les importa la organización como personas (64 % respecto a 43 %). Sin embargo, es más probable que estén buscando otro trabajo: cuatro de cada diez trabajadores de estas empresas quieren largarse, el doble que en las compañías donde el tiempo libre no es una quimera.

Como apunta Denis, es importante que las compañías tengan en cuenta lo importante que son las vacaciones para los empleados, que las consideran el segundo beneficio más importante después del seguro de salud (si trasladáramos esta encuesta a España, por tanto, sería el primero), y por encima de los planes de pensiones, los bonus o la flexibilidad de horarios.

“El trabajo y la tecnología están inextricablemente vinculados”, concluye la directora el Project: Time Off. “Comprender el poder y el valor del tiempo de vacaciones y crear un entorno en el que los empleados se sientan respaldados al dejar la oficina en última instancia fomentará una fuerza de trabajo comprometida que se sienta valorada, motivada y comprometida, todo lo cual tendrá un impacto duradero”.

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