El cofundador de Microsoft ha estado muy involucrado en la situación de la pandemia en los últimos años. De hecho, él mismo vaticinó en 2015, durante una charla en Ted Talk, de la llegada de un virus que causaría importantes catástrofes para las que no estábamos preparados. Desde los primeros casos de coronavirus en 2020 el millonario ha decidido hablar con expertos sobre los efectos de esta pandemia y en una entrevista con Sky News aseguraba que "el mundo volverá por completo a la normalidad a finales de 2022".
Ahora también ha animado a la población a continuar vacunándose e insiste en la importancia de estar preparados para futuros casos. "Debemos garantizar más igualdad en el acceso a las vacunas. Más del 80 % de las primeras mil millones de dosis fueron a países prósperos (...) Si no cerramos ese enorme agujero, más gente morirá", alertó Gates. Pero no es la única causa que apoya, el millonario está muy preocupado por el cambio climático y ha empezado a comprar distintos terrenos agrícolas, ya que considera que se convertirá en un negocio necesario en el futuro.
Su fundación ha lanzado recientemente el informe Goalkeepers 2021 donde comprueba el progreso mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. "Frente a la crisis, el mundo ha sido testigo de coraje, pasión y creatividad. Al trabajar juntos para abordar los problemas más grandes del mundo, podemos convertir las grandes ideas en soluciones y la conectividad en colaboración", explicaba durante la presentación.
Crear vacunas en tiempo récord
La Fundación Bill y Melinda Gates ha detallado en este análisis la importancia de las vacunas. Por lo general, "las nuevas vacunas suelen tardar entre 10 y 15 años en fabricarse. Por lo tanto, el desarrollo de múltiples vacunas COVID-19 de alta calidad en menos de un año no tiene precedentes", destacaba el magnate. También ha querido agradecer a los científicos de todo el mundo su labor de investigación y ha recordado que este fenómeno ha sido posible gracias a las inversiones, políticas y asociaciones que han facilitado su rápida creación.
Gates también ha apuntado que la secuenciación genómica es un factor fundamental para el rastreo de las distintas variantes que han ido surgiendo en el mundo. Sin estos conocimientos las consecuencias del virus podrían haber sido aún peores. "Durante los últimos cuatro años las organizaciones han estado invirtiendo en la construcción de una red de vigilancia genómica en África, para que los países del continente puedan secuenciar virus como el Ébola y la fiebre amarilla", indica el comunicado.
Innovaciones en el futuro
Asimismo anima a los gobiernos a reforzar sus presupuestos destinados a la ciencia y continúa presionando para que la vacuna contra la Covid-19 llegue a todos los territorios menos desarrollados. "Estas desigualdades son una profunda indignación moral y aumentan el riesgo de que los países y comunidades de altos ingresos comiencen a tratar al COVID-19 como otra epidemia de pobreza", indican.
"As well as testing people to know who's sick with Covid-19, we need to actually look at the virus and see if a new variant is emerging."
— Gates Foundation (@gatesfoundation) September 20, 2021
More than 100 countries, including Bangladesh, are sharing sequencing data to detect emerging variant trends. #Goalkeepers2030 pic.twitter.com/Av2oYAa7eU
Por otro lado, Gates finaliza su análisis apuntando que esta pandemia deja importantes advertencias de futuro. Por un lado, cree que se necesitan más gobiernos, organizaciones multilaterales y fundaciones como la nuestra para realizar inversiones con visión de futuro. Y por otro, considera que "la respuesta a este tipo de crisis comienzan muchos años antes de que sucedan. Si queremos ser mejores, más rápidos y más equitativos en nuestro enfoque para lograr los Objetivos Mundiales para 2030, debemos comenzar a sentar las bases cuanto antes".
