Salud mental

La cruda realidad que debes aceptar si quieres evitar estar siempre agobiado

La sensación de culpa por no cumplir una interminable lista de tareas es el principal problema. Por ese motivo, es conveniente aceptar el hecho de que no podemos abarcar todo.

El estrés es muy común en estas fechas. / Pexels
Sentir que no se llega a todo genera ansiedad y estrés
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Una lista interminable de tareas por cumplir, una larga colección de libros por leer, programas por ver, podcasts por escuchar y muy poco tiempo para poder llegar a cumplir todo. Es entonces cuando llega la ansiedad, el estrés y la frustración y cuando se recurren a mil y un métodos para organizar el tiempo, aprovecharlo al máximo, sacar partido a cada hora de las 24 de un día... Pero no. 

La solución no es esta, sino entender que, simplemente, no se puede abarcar todo. El autor Oliver Burkeman explica que la ansiedad que genera el sentirse sobrepasado por obligaciones o cosas que nos gustaría hacer tiene una sencilla solución, muy liberadora en el momento que nos damos cuenta de ella: llegar a la conclusión de que hay que soltar lastre por el camino y decidir qué se quiere hacer realmente, cuáles son las prioridades. 

Vivimos en un momento en el que el acceso a la información es infinito y acabamos por recopilar mil tareas autoimpuestas (es decir, relacionadas con el ocio y no con el trabajo) que nos esforzamos por cumplir pero que, irremediablemente, dejaremos sin leer o sin ver. Esta situación acaba desembocando en una sensación de culpa. 

Es imposible llegar a todo

La educadora y autora Kathy Sierra advierte, en una publicación clásica sobre cómo lidiar con la sobrecarga de información, que es imposible seguir este tipo de ritmo y que, probablemente, intentar seguirlo empeore nuestra salud mental. Este estrés está generado por los filtros que aplicamos a la hora de seleccionar contenidos. "En un mundo de información efectivamente infinita, cuanto mejor sepas separar el trigo de la paja, más terminarás aplastado bajo una avalancha interminable de trigo", explica Burkeman.

Este agobio no se da únicamente en el ámbito del ocio. En el laboral, tanto sea durante el aprendizaje como durante las oportunidades profesionales o las responsabilidades laborales, también existe un alto nivel de angusta provocado por no llegar a cumplir todo lo que creemos que debemos cumplir. Y es que tenemos una vida útil limitada y sentir que hay más cosas por hacer de las que puedes es un dilema eterno. La única solución es aceptarlo.

Renunciar es liberador

"La única forma de lidiar con este problema es confrontar el hecho de que es insoluble, que definitivamente no encajará todo", concluye Burkeman. "Tienes que intentar decidir qué es lo más importante entre tus diversas pasiones creativas, objetivos de vida y responsabilidades, y, después de priorizar y cumplir lo que hayas decidido, reconocer que inevitablemente estarás descuidando muchas otras cosas que también importan".

Renunciar a hacerlo todo es liberador. "No tiene sentido castigarse a sí mismo por no poder eliminar un atraso de una tarea (de libros no leídos, tareas no realizadas, sueños no realizados) que siempre fue intrínsecamente inviable realizar en primer lugar", señala Burkeman. 

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