Cuatro errores comunes que arruinan tus posibilidades en una entrevista de trabajo

  • Las entrevistas no son fáciles de superar. No hay que ser vehemente ni estar nervioso. Pero, sobre todo, hay que ir con los deberes hechos
Hay cuatro errores que es muy sencillo cometer en una entrevista. / Pexels
Hay cuatro errores que es muy sencillo cometer en una entrevista. / Pexels

Este periodo del año es el idóneo para la búsqueda de trabajo. El mercado laboral se pone en marcha con fuerza (por desgracia, no siempre para bien) y el movimiento de empleos se dispara. Tú, probablemente, ya estés en ese proceso de búsqueda o renovación. Y es muy posible que ya te hayan convocado para alguna entrevista de trabajo. Si no la has superado, es probable que hayas cometido alguno de los errores más comunes.

Las entrevistas no son fáciles de superar. Hay que tener mucho cuidado. No hay que ser vehemente ni estar nervioso. Hay trucos para prepararse para una entrevista. En 'La Información' ya dimos algunos consejos a seguir: 15 minutos antes hay que intentar relajarse, debes llegar temprano y tener claro el cómo quieres ser recordado. Pero una vez dentro, la situación puede virar y debes estar atento de no cometer los típicos errores.

Para esto, Janina Steinmetz ha realizado un estudio en el que ha detectado los 4 errores más comunes que suelen ser los culpables de que una entrevista no salga como esperabas. “Mi investigación sugiere que estas son cuatro de las razones principales por las que las personas no causan una buena impresión en situaciones de alto riesgo, que es cuando realmente importa”, dice en un artículo para 'The Conversation' en el que desarrolla su estudio.

Es importante evitar estos errores para que la entrevista sea todo un éxito. Para ello vamos a analizar cada uno y así entender desde lo más profundo el secreto de su fracaso.

Una perspectiva errónea

La perspectiva que tomes en tu argumentación frente al entrevistador va a dejarte en una posición fácil de predecir. Esta atención a tu discurso y comportamiento, forma parte del trabajo del entrevistador. Por eso tienes que elegir una perspectiva que no te deje en mal lugar y que su predicción sobre ti sea la acertada. Ponte en la piel del entrevistador y no hables solo de tus logros y éxitos.

“Al adoptar la perspectiva del entrevistador, entiendes que los entrevistadores no solo se preocupan por contratar a un empleado competente, sino también por tener un empleado simpático”, dice Steinmetz. La empatía es la herramienta.

En lugar de hablar sobre tu talento y capacidad, deberías centrarte en mencionar el trabajo duro y el esfuerzo que causó tal éxito.

Consejo: Mírate a ti mismo desde los ojos del entrevistador y recuerda que está buscando un empleado simpático.

El inherente narcisismo

Todos poseemos un rango de esta cualidad/defecto dentro de nosotros y, en situaciones donde se arriesga tanto, es fácil que se escape de dentro y estalle frente a tus propias narices. Esto, en una entrevista de trabajo, se podría traducir como en sentido de superioridad frente al entrevistador.

“Es importante reprimir al pequeño narcisista que hay dentro de nosotros en una entrevista de trabajo. Ten en cuenta que el entrevistador está buscando a un empleado seguro, no a alguien que cree que es superior a todos los demás, incluido él mismo”, aconseja Steinmetz.

Consejo: Intenta evitar parecer superior en todo momento.

La entrevista de trabajo es siempre un momento tenso. / Pexels
La entrevista de trabajo es siempre un momento tenso. / Pexels

La arrogancia

Las comparaciones son terribles. Debes evitar compararte con los demás en favor a tu persona. Y mucho menos que tu historia sobre los trabajos anteriores esté repleta de comparaciones en las que menosprecias a otros compañeros.

“Cuando los entrevistados se comparan explícitamente con los demás, el entrevistador puede sentirse personalmente atacado por temor a que el entrevistado también se compare con él. Este temor socavaría el deseo del entrevistador de contratarlo”, asegura Steinmetz.

Consejo: Evita a toda costa comparaciones con otros.

Presumir desde la humildad

Este error es muy común. Tenemos la creencia de que la falsa humildad es un gran argumento para gustar, pero estamos muy equivocados. Presumir de tus éxitos con una queja o autocrítica es un fracaso seguro en una entrevista de trabajo.

“No solo parecerás presumido por el hecho de presumir, sino que también parecerás deshonesto por el intento de disimularlo. Por lo tanto, es muy poco probable que esta estrategia tenga éxito”, asegura Steinmetz.

Consejo: Debes ser sincero sobre tus fortalezas y tus debilidades.

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