Cuatro errores que cometen más las emprendedoras que los emprendedores

  • El machismo imperante en la sociedad impide que muchas empresarias lleguen a desarrollar su máximo potencial y ellas mismas se ponen trabas
Las mujeres suelen tenerlo más difícil. / Pexels
Las mujeres suelen tenerlo más difícil. / Pexels

El número de mujeres emprendedoras, dentro y fuera de nuestro país, sigue creciendo de forma vertiginosa. Arriesgan con cualquier oportunidad y eso es bueno. Solo advertimos: tendrían que vigilar algunos de los errores que más se repiten.

El pasado mes de septiembre saltaba a las páginas de los medios españoles. El último Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Femenino reflejaba que la brecha entre mujeres y hombres emprendedores está disminuyendo. “En España la diferencia de género se ha estrechado un 36% en los últimos diez años y el 70% de las mujeres emprendedoras en España inician sus negocios por oportunidad”, aseguran en el Observatorio del Emprendimiento.

Este informe revela que en los últimos dos años la actividad emprendedora femenina ha aumentado un 10% en todo el mundo. De esta manera la brecha de género en lo que a emprendedores se refiere, se ha estrechado un 5% a nivel mundial.

Las buenas noticias llegan con obstáculos

A pesar de que las estadísticas representan un progreso bastante notable, las empresas propiedad de mujeres representan solo el 4% de los ingresos generados por las empresas nacionales. Al menos en EEUU. Así lo cuenta Mollie Moric, periodista 'freelance' experta en emprendimiento, en un artículo para 'Career Contessa'. 

“La cantidad desproporcionada de ingresos generados por las empresas propiedad de mujeres puede atribuirse a sus tamaños más pequeños y tasas de crecimiento más lentas en comparación con las empresas propiedad de hombres”, dice Moric. Por eso, aunque pueda parecer que las empresas propiedad de mujeres están en camino para conquistar el mundo, señoras y señores, todavía hay mucho trabajo por hacer.

Para acelerar este trabajo, Moric ha detectado e identificado los errores que más se repiten y provocan que las empresarias no lleguen a desarrollar su máximo potencial. Aquí os dejamos cuatro de ellos.

1. Asumen menos riesgos

El miedo a arriesgar se ha convertido en un punto a tener en cuenta a la hora de invertir en las 'startups'. “Según un estudio realizado por el 'Journal of Entrepreneurship & Organisation Management', los bancos y otros inversores utilizan una escala para evaluar la tolerancia al riesgo de los empresarios”, asegura Moric.

A lo largo de tu carrera como empresaria, tendrás que asumir riesgos. Es importante sentirse cómodo con la posibilidad de fracasar. También con seguir asumiendo riesgos. Y no queremos decir con esto que apuestes toda tu fortuna al caballo vencedor. Hablamos de un plan de acción de riesgos calculados.

“Tomar un riesgo calculado implica estimar el retorno de la inversión y comprender los diversos resultados posibles antes de tomar el riesgo en sí. Realizar una extensa investigación de mercado antes de lanzar una nueva línea de productos es un gran ejemplo de cómo asumir un riesgo calculado”, aconseja Moric.

2. Tienen menos seguridad

Aunque no es como debería ser, desafortunadamente las mujeres todavía están poco representadas en casi todos los niveles, y en la mayoría de las industrias, por las empresas de todo el mundo. Sentirse ‘la única mujer en la habitación’ puede incidir en tu seguridad y mellar tu confianza.

Al contrario de todo esto, estás allí y pronto seréis más. Tienes que ser el mejor referente para continuar la lucha. Usa tu presencia para instigar cambios en las diferentes industrias. Acotar más aún la brecha puede ser tu labor en estas incomodas reuniones.

Las mujeres son, de momento, más confiadas que los hombres. / Pexels
Las mujeres son, de momento, más confiadas que los hombres. / Pexels

3. Son demasiado confiadas

El pasado mes de abril, se publicaba en 'Forbes' un artículo titulado “Women, Trust and the Business World” que hablaba sobre la confianza de las mujeres en el mundo empresarial. Según este artículo, las mujeres son muy confiadas, “se asocian y colaboran con sus contrapartes para recopilar información, ofrecer información sobre la situación y trabajan cooperativamente para lograr los resultados deseados, tanto a corto como a largo plazo”, dice.

Ser en exceso confiable no es bueno, ya que son las mujeres empresarias las más afectadas por negociaciones y asociaciones que han ido por malos derroteros por exceso de confianza. Por eso, cuando decidas asociarte debes tomar medidas para protegerte, a ti misma y a tu empresa.

“El medio más efectivo para protegerse en una negociación comercial es la protección legal. Un documento legal te permite registrar los términos de tu acuerdo y responsabilizar legalmente a las partes firmantes en el futuro. Por lo tanto, antes de asociarte con esta nueva persona carismática que te ha conquistado como un buen partner, pídele que firme un Acuerdo de Confidencialidad”, aconseja Moric.

4. Se comparan constantemente

Es inevitable. Así es el ser humano. Y viviendo en un mundo dominado por las redes sociales, estamos acabados. Según la Teoría de las Comparaciones la mujer sufre más esta tendencia a la constante comparación. El verdadero problema es que estas comparaciones pueden significar algo terrible para ti como empresaria y para tu empresa.

“Primero, limitará tu capacidad para formar y mantener relaciones con los demás. Y en segundo lugar, debilitará tu confianza en ti misma, tu autoeficacia y tu autoimagen, lo que a su vez afectará a tu capacidad para administrar tus operaciones comerciales lo mejor que puedas”, asegura Moric.

Lo que debes hacer es bastante sencillo. No puedes evitar dejar de compararte, pero hazlo de forma positiva. Es decir, en lugar de centrarte en lo negativo, “compárate con los demás pero con el propósito de fomentar la automotivación, la superación personal y una autoimagen positiva”, aconseja Moric.

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