Cuatro formas de seguir motivado cuando estás atravesando una mala racha

  • Si tienes una mala racha y te ves incapaz de acabar el día de una manera fructífera no lo des por perdido. Todo se puede remontar
No es fácil mantener siempre el mismo nivel de motivación. / Pexels
No es fácil mantener siempre el mismo nivel de motivación. / Pexels

No siempre está uno al 100x100 en días laborales. Por cualquier razón puede ser que estés pasando una mala racha y que tus energías no se mantengan al completo. Esos días necesitas trucos para sacar la tarea adelante. Aquí tienes cuatro que te podrían salvar tu día de trabajo.

Tim Herrera, editor y fundador de 'Smarter Living', nos vuelve a enseñar a vivir mejor. En esta ocasión para estructurar tu día de trabajo cuando la jornada se te hace muy cuesta arriba. Y lo hace en un artículo que ha publicado, como cada lunes, en 'The New York Times'. 

Lo importante es no echar el día por la borda. Si tienes una mala racha y te ves incapaz de acabar el día de una manera fructífera, lo más importante es que no lo des por perdido. Hay formas de sacar adelante el trabajo y de estructurar tu día.

Pequeños inicios

“Si no tienes la capacidad de motivarte para comenzar algo, divídelo en las unidades de progreso más pequeñas posibles y comienza uno por uno”, dice Herrera. Por ejemplo, deja de obsesionarte con lo que vas a escribir en el correo electrónico. En su lugar empieza poco a poco y no adelantes acontecimientos. “Haz clic en el botón para abrir un nuevo correo electrónico. Escribe la dirección del destinatario. Haz clic en la ventana de asunto. Escribe una línea de asunto”, aconseja Herrera.

Es una forma de engañar a tu cerebro. Hay estudios que demuestran que puedes hacerlo. Cada mini objetivo superado hará que se aumenten los niveles dopamina.

Hay que ser responsable

“Confía en tu compañero de trabajo favorito, cuéntale que te sientes mal hoy y pídele que te controle con cuidado para asegurarte la concentración necesaria para fijarte en la tarea”, dice Herrera. Debes encontrar a alguien en quien confíes y que pueda darte un empujón útil.

De esta manera si estás concentrado en un informe y te bloqueas y te quedas abstraído, este compañero puede darte una llamada de atención caritativa. Incluso darte unos consejos o un poco de empuje si le hablas del tema que estás desarrollando. A veces las palabras de confianza hacen que el trabajo se desarrolle solo.

Tómate tus descansos

“Siempre he sido defensor de tomar descansos regulares (¡y siestas!) en el trabajo. Esto es especialmente importante cuando te sientes mal. Un estudio publicado en 'Nature Neuroscience' descubrió que tomar una breve siesta (entre 20 y 30 minutos) puede detener el deterioro del rendimiento, y una siesta de una hora incluso puede revertir ese deterioro”, asegura Herrera.

Si no puedes acceder a un microdescanso relativo, dar un pequeño paseo te puede ayudar. Incluso por el mismo lugar de trabajo. Despégate un rato de la pantalla o del asunto que te estés ocupando en ese momento.

No seas duro contigo mismo

Tienes que asumir que no es tu día. Que estás a la mitad de tu energía. Acepta esta situación y sigue adelante al ritmo que puedas, pero no te castigues por esto.

“La autocrítica puede llevar a pensamientos rumiantes que interfieren con nuestra productividad y puede afectar a nuestros cuerpos al estimular mecanismos inflamatorios que conducen a enfermedades crónicas y acelerar el envejecimiento", dijo Richard Davidson, fundador y director del Center for Healthy Minds at the University of Wisconsin-Madison. Lo vimos en 'The New York Times' a principios de este mismo año.

Y no te preocupes por tu estado. Dale una importancia relativa. Al fin y al cabo, sabes que volverás a estar mejor y que mañana será otro día.

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