La decisión de Elon Musk que afectó a Tesla y por la que todavía se arrepiente

De todos los líderes empresariales del escenario internacional, Elon Musk se ha vuelto uno de los más reconocidos, a la vez que uno de los más controvertidos. Desde sus comunicaciones estrambóticas a través de la red social Twitter, que compró por aproximadamente por 44.000 millones de dólares, hasta alcanzar el puesto del hombre más rico del mundo, con una fortuna calculada en 268.000 millones de dólares (unos 250.800 millones de euros), las noticias sobre el magnate sudafricano se suceden como un torrente durante los últimos años.

Aun así, el empresario también ha tenido un número de errores que han repercutido sobre las empresas que dirige, como las bajas bursátiles que han sufrido después de ciertas comunicaciones controvertidas en su cuenta de Twitter. Pero una de las que más se arrepiente está vinculada directamente con la compañía de coches eléctricos, de la que es presidente, Tesla.

A través de la misma red social de microblogging, Musk comentó sobre la decisión de detener la producción del Model X de Tesla en el año 2020: "Perdimos mucho con respecto a la rampa de producción del nuevo Model X y todavía no nos hemos recuperado por completo", escribió, añadiendo que la táctica "fue una idiotez", especialmente debido a que "todavía había mucha demanda".

Desde que se empezó a vender en 2015, el Model X era uno de los coches más reconocibles de Tesla, si bien no se encontraba entre los que mejor se vendían. Después de que parara su producción en diciembre del 2020, dispuesta de manera que se retomara después de una actualización, la producción total de la compañía cayó en 55% en el 2021, y las dificultades para construir el Model X retrasaron su fecha de entrega. En España, la variante Plaid está disponible para realizar reservas, que no cerrar pedidos, con un precio de entrada de 119.990 euros, mientras que la variante Gran Autonomía costará 99.990 euros para la versión base.