Derechos laborales

Pelearse en el trabajo, mala idea: desde ser despedido a pagar indemnizaciones

La legislación laboral contempla los enfrentamientos físicos o verbales como un motivo legítimo para prescindir de un empleado, al margen de otras consecuencias jurídicas.

Edward Norton en 'El club de la lucha'
Pelearse en el trabajo, mala idea: desde ser despedido a pagar indemnizaciones. Edward Norton en 'El club de la lucha'
Twentieth Century Fox

Todos hemos tenido en alguna ocasión a un compañero de trabajo con el que no hemos hecho migas, alguien que nos ha caído mal desde el principio o con el que incluso hemos llegado a mantener un enfrentamiento abiertamente. Sin embargo, en contadas excepciones, hay quienes han llegado a tener algo más que palabras en el trabajo. En este sentido, ¿pueden despedir a un empleado por pelearse con un compañero en el trabajo?

"Pelearse con un compañero de trabajo es transgredir un elemental deber de convivencia, necesario en las relaciones de trabajo, por ello se considera dentro de las ofensas físicas que se contemplan en el artículo 54, punto 2, apartado c) del Estatuto de los Trabajadores como causa de despido cuando dichas ofensas tengan un carácter grave", tal y como explica Antonio Martínez del Hoyo Clemente, abogado Of Counsel del área de Laboral de AGM Abogados.

"Para que pueda prosperar la procedencia del despido la ofensa del trabajador despedido ha de ser reflejo de una voluntad subjetiva de ofender y ha de tener un carácter grave, para cuya valoración habrá que tenerse en cuenta las circunstancias concurrentes, tales como si ha existido una provocación previa, su trascendencia en el ámbito laboral y las demás circunstancias concurrentes en las personas implicadas", matiza el experto.

"Todo ello ha dado lugar a una variada casuística en las resoluciones judiciales. Así, entre otras, se ha calificado de despidos improcedentes casos en los que ha mediado provocación, o cuando no se acredita la actitud agresiva del despedido, también cuando la riña es mutua y hay bilateralidad", apunta. Es decir, que no todas las peleas son motivo de despido automáticamente.

"Un caso en el que el despido ha sido considerado improcedente es el valorado en la Sentencia del TSJ de Andalucía de 24/08/2015 en la que se señala que en los casos de peleas entre compañeros de trabajo hay que estar a una reiterada jurisprudencia que establece que la infracción laboral (la ofensa verbal o física) no actúa automáticamente, debiendo ser enjuiciada en atención a las circunstancias del hecho y del autor de forma individualizada", señala Martínez del Hoyo.

"Asimismo, señala dicha sentencia que en aras al juicio de proporcionalidad se ha de ponderar la antigüedad del despedido y el análisis del perjuicio o quebranto en la actividad empresarial que con la pelea se haya podido producir. También recuerda que ya en sentencias anteriores el Tribunal Supremo ha indicado que la culpabilidad de la ofensa puede matizarse en el caso de que el agredido previamente hubiera insultado al agresor con expresiones ciertamente ofensivas, injuriosas, suficientes para provocar en él una alteración de ánimo, perturbadora de la serenidad que la persona siempre debe mantener", añade el experto.

No solo eso. ¿Pueden despedir a un empleado que ha sufrido acoso laboral o humillaciones por parte de sus compañeros, previamente a su agresión o pelea? Martínez del Hoyo explica que la citada sentencia "valora que bromas de mal gusto pronunciadas por los que participaron en la pelea y su reiteración en otros momentos, hace comprender la alteración de ánimo que produjeron en el trabajador que fue despedido".

"En fin, la sentencia tiene en cuenta que el trabajador tenía más de 25 años de antigüedad en la empresa, que no consta que en ningún momento anterior, durante tan larga vida laboral, haya sido sancionado por causa similar o distinta a ésta, y tampoco que la pelea trascendiera a los clientes del supermercado en el que prestaba servicios; el inmediato arrepentimiento que mostraron tanto éste como el otro interviniente en la riña, hace altamente improbable que hechos de este tipo se reproduzcan, lo que lleva a la conclusión que los intervinientes en la pelea no pueden ser sancionados con el despido, calificándolo consecuentemente como improcedente", cuenta el experto.

¿Y qué otras implicaciones tiene una pelea en el trabajo? "Dependerán de las lesiones que se lleguen a producir, de los daños que se ocasionen y de la gravedad de éstos, pudiendo exigirse las correspondientes responsabilidades tanto en el ámbito penal como en el civil, tanto por los afectados como, en su caso, por la propia empresa donde se produzca la pelea", comenta Martínez del Hoyo.

Y cita un ejemplo: "La Sala Segunda, de lo Penal, del Tribunal Supremo en Sentencia de 14-10-2019 en el caso de una pelea en el centro de trabajo, entre compañeros, en la que un trabajador propinó un puñetazo en el ojo a un compañero de trabajo, ocasionándole la pérdida de visión, el agresor ha sido condenado como autor, de un delito de lesiones a la pena de seis años de prisión, y a que indemnice al compañero lesionado en las cantidades de 47.418,30 euros más otros 22.000 euros".

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