El diseño supone hasta el 4% del PIB de un país... y en España a nadie le importa

  • El diseñador Manuel Estrada explica el valor del sector en una exposición sobre sus portadas de libros en Madrid.
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La exposición que estos días (y hasta el próximo septiembre) permite admirar en la Casa del Lector de Matadero, en Madrid, la obra de Manuel Estrada contiene un centenar de portadas de libros que ilustran a la perfección la importancia que tiene el diseño no solo en la creación artística, sino también en el aspecto más puramente económico. A simple vista, una portada de un libro, como un logo o una marca, puede parecer algo nimio, que simplemente adorna el producto. Nada más lejos: el valor del diseño tiene un impacto tan grande en la economía de un país que puede llegar a suponer el 4% de su PIB.

Mientras comenta para 'La Información' con mezcla de fascinación y orgullo las 92 portadas de libros de la exposición, el propio Estrada da la pista del valor del diseño. "No se puede calcular, es imposible", explica, "aunque hay países que han hecho una estimación, como por ejemplo el Design Coucil en Reino Unido". Las cifras que da este organismo son contundentes: en 2016, el diseño supuso 85.200 millones de libras (aproximadamente 95.122 millones de euros), el equivalente al 7% del Valor Añadido Bruto (VAB) del país, o el 4% del PIB.

'El celoso extremeño', de Cervantes
'El celoso extremeño', de Cervantes, una de las portadas de la exposición de Manuel Estrada. / Manuel Estrada

Por aclarar conceptos: el VAB es un indicador macroeconómico que algunos consideran más dinámico y representativo que el PIB, ya que se obtiene con el valor final de la producción menos el valor de lo que se ha utilizado para producir. De este modo, el PIB sería el producto de sumar el VAB a los impuestos indirectos netos. En el caso del diseño en Reino Unido, esos 95.122 millones de euros supondrían el 4% del PIB del país, de 2,335 billones de euros en 2017.

Esta cifra resulta más impactante si tenemos en cuenta que en 2009 el Design Council la estimaba en 62.491 millones, lo que evidencia que el sector sigue ganando peso en la economía global año tras año. Y, aún más, considerando que el Premsela (el Instituto Neerlandés para el Diseño y la Moda) calculaba en 2001 un impacto mucho menor, de 2.600 millones de euros, algo menos del 1% del PIB de Países Bajos ese año.

'La Odisea', de Homero, otro de los libros a los que Estrada ha puesto portada
'La Odisea', de Homero, otro de los libros a los que Estrada ha puesto portada. / Manuel Estrada

La progresiva importancia del diseño en la economía global en los últimos 20 años va en línea con la expansión de los productos audiovisuales: en los actuales entornos interactivos, la imagen de marca de una empresa (incluso la personal) se ha convertido en algo indispensable para visibilizar productos o servicios (que, a su vez, empiezan cada vez más a ser una marca en sí mismos). Algo que ha multiplicado las oportunidades en el sector, incluso a pesar de que fue uno de los más afectados durante la crisis: según Idepa, entre 2008 y 2016 cerraron casi 4.000 empresas, aunque desde hace un par de años la tendencia vuelve a ser positiva. 

Estrada critica la falta de protección del colectivo. De hecho, no entiende que no exista un organismo estatal que vele por ellos. "En la época de la crisis, cerramos el DDI, el único organismo estatal que teníamos lo cerró el Gobierno de Zapatero. Y, por repartir las culpas, el Gobierno de Esperanza Aguirre en Madrid cerró el Imade, que era el Instituto Madrileño de Desarrollo, que promovía la innovación en el diseño... En España, no hemos comprendido la relación económica con el diseño, que es una cosa fundamental", arguye.

En este sentido, Estrada defiende la complejidad de cualquier trabajo de diseño, especialmente en el ámbito empresarial: "Una portada de un libro se puede hacer relativamente rápido, sobre todo si ya has leído el libro. Si lo tienes más o menos claro, una portada de un libro se puede hacer en días. Pero, vamos, en tres días. Un logo, no; requiere de una reflexión más larga y más ancha. Puedes tirarte hasta seis meses". Parece evidente que el impacto que una marca puede tener en la economía es enorme. "Sólo hay que pensar en Apple y su manzana mordida", explica Estrada, que señala la importancia de un logo "capaz de acercar en los 70 algo tan complejo como la informática al pueblo".

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