DuckDuckGo o cómo se puede ser rentable sin usar datos de tus usuarios

  • DuckDuckGo es quizás la más prominente de una serie de empresas de rápido crecimiento que intentan ser sostenibles dando prioridad a la privacidad
Gabriel Weinberg, fundador de DuckDuckGo. / DuckDuckGo
Gabriel Weinberg, fundador de DuckDuckGo. / DuckDuckGo

En 2011, Gabriel Weinberg, fundador del buscador DuckDuckGo, era también su único empleado. Fue entonces cuando, con la intención de expandir su empresa, compró una valla publicitaria junto a la sede de Google en San Francisco en la que se leía: “Google te rastrea. Nosotros no”.

La idea salió bien. El tráfico del buscador se duplicó y la compañía atrajo la atención de Union Square Ventures, la firma de capital riesgo conocida por financiar a empresas como SoundCloud o Kickstarter, que compró una parte minoritaria de la compañía. Weinberg pudo así contratar a su primer empleado y moverse a una oficina en un pequeño pueblo de Pennsylvania, donde sigue instalada la compañía.

Hoy DuckDuckGo gestiona más de 33 millones de búsquedas diarias. Están lejos de los 3.500 millones de solicitudes diarias que tiene Google, pero la compañía no deja de crecer –en torno a un 50% cada año–, fiel a la premisa con la que se creó: dar respuesta a las búsquedas de sus usuarios sin vender ninguno de sus datos.

Como explica Drew Millard en un interesante artículo publicado en 'Medium', DuckDuckGo es quizás la más prominente de una serie de empresas pequeñas, pero de rápido crecimiento, que intentan ser grandes, o al menos sostenibles, al dar prioridad a la privacidad y seguridad de sus clientes. Y la compañía, a diferencia de muchas de las grandes 'startups' que en apariencia triunfan hoy en día, ya gana dinero.

“Puedes dirigir una empresa rentable, lo que somos nosotros, sin [usar] un modelo de negocio basado en la vigilancia [de los usuarios]”, asegura Weinberg en el artículo. Y con un modelo de negocio la mar de sencillo.

Se puede ganar dinero protegiendo la privacidad

Cuando Weinberg tomó la decisión de dejar de recolectar datos de búsqueda personalizados, en 2009, la privacidad no preocupaba tanto cómo ahora. Y, en realidad, como reconoce en el reportaje, no lo hizo por ningún convencimiento político, sino más bien porque le resultaba más práctico.

En lugar de almacenar información de cada usuario y dirigirse a ellos de forma personalizada, DuckDuckGo simplemente vendería anuncios en función de las palabras clave de búsqueda. Y la mayoría de los ingresos del buscador se siguen generando de esta forma.

Esta decisión no permite vender anuncios personalizados, que es de lo que, básicamente, vive Google, pero su fundador defiende que se puede ganar dinero de forma ética, sin comprometer la privacidad de los internautas. Una privacidad que parece que ya damos todos por perdida, pero cada vez nos preocupa más.

El último proyecto de DuckDuckGo es una app que bloquea los rastreadores.
El último proyecto de DuckDuckGo es una app que bloquea los rastreadores.

DuckDuckGo comenzó a ganar dinero en 2014, justo después de que Edward Snowden filtrara una serie de documentos a 'The Guardian' y 'The Washington Post', que revelaban como la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU había accedido sin restricciones a los datos personales de millones de estadounidenses a través de una puerta trasera secreta en los servidores de Google, Yahoo, Facebook, Apple y otras importantes firmas de internet.

Hoy la compañía emplea a 55 personas, la mayoría de las cuáles trabajan de forma remota en todo el mundo. Este año, la empresa acometió una segunda ronda de financiación y recibió 10 millones de dólares de la firma canadiense OMERS.

Este dinero ha servido para lanzar la nueva app del buscador, que además de ofrecer resultados de búsqueda informa en qué medida los sitios que visitas protegen tu privacidad y bloquea el acceso a tus datos de los principales rastreadores. El resto de dinero se ha gastado en dar a conocer un producto que, hasta la fecha, solo era conocido en círculos más o menos profesionales del ámbito de la informática.

La privacidad como producto

Dado que la privacidad parece la excepción, no la norma, son muchos los negocios que están surgiendo tratando de hacer bandera de esta.

Como explica Millard, el reconocimiento de marca es uno de los principales desafíos para muchas nuevas empresas que ofrecen servicios digitales centrados en la privacidad: “Después de todo, la competencia incluye algunas de las compañías más grandes y destacadas del mundo: Google, Apple, Facebook. Y de alguna manera, este es un sector completamente nuevo del mercado”.

La privacidad no se había entendido como un producto, sino como un conjunto de buenas prácticas, pero a la vista está que las grandes compañías no piensan cumplir con estas: no hay más que leer los correos internos de Facebook o ver como Google estaba dispuesto a ofrecer una versión censurada de su buscador en China. Y donde el mundo ve una amenaza, algunas compañías han visto una oportunidad.

Ahora bien, no es sencillo competir con Google: el uso de tus datos también permite ofrecer búsquedas más precisas. Al buscar “farmacias” en Google aparecen primero las farmacias que tengo más cerca de casa, con sus horarios, y el primer resultado es la página del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. En DuckDuckGo aparece, por defecto, la página de CVS –la mayor cadena de farmacias de EEUU, que no opera en nuestro país–. Hay que configurar la búsqueda para indicar que estás en España y obtener así resultados más relevantes.

El buscador tiene, no obstante, otras ventajas. Como explica Millard, y se puede comprobar utilizando DuckDuckGo durante un rato, restaura un sentido de la objetividad que internet perdió hace años. De repente, no todo gira a tu alrededor, lo que al final te puede llevar a informaciones sino necesariamente más relevantes, seguro más diversas.

Sin resultados personalizados, DuckDuckGo solo necesita saber qué es lo que la mayoría de las personas buscan cuando introducen determinadas palabras en un buscador. Los resultados obtenidos son muy distintos a los que ofrece Google, y en muchos casos muy interesantes, pues se carga páginas que solo piensan en el SEO, esto es, en salir en Google, y cuyos contenidos no siempre son los mejores.

Weinberg no cree que sea posible desplazar a Google, que es hoy por hoy el buscador por antonomasia. Pero espera que, al menos, DuckDuckGo sea una segunda opción, para la gente que quiera mantener su privacidad. De lo que no cabe duda es que, con cada escándalo, el uso de su buscador aumenta, y hay que recordar que antes de Google existieron Nestcape, Yahoo o Altavista.

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