Consejos de salud

El ejercicio clave para fortalecer nuestra memoria y evitar dañarla a largo plazo

A pesar de que fijar un recuerdo o información nueva en nuestro cerebro requiere de la repetición constante, la clave estaría en dedicarnos momentos placenteros de tiempo libre y  mejorar la memoria.

El desarrollo de la memoria a largo plazo es clave.
El desarrollo de la memoria a largo plazo es clave.
©[hidesy] a través de Canva.com

La memoria y su desarrollo son más determinantes de lo que pensamos. En ocasiones se asume que se va a recordar todo lo que se ha hecho. Sin embargo, una vez se comienza a pensar sobre lo que se hizo en detalle, por ejemplo, el fin de semana pasado, uno no es capaz de entrar en detalles específicos. En este sentido, ¿cuántas vivencias estamos asimilando de forma completa en nuestra rutina? 

En ese momento uno tiende a frustrarse, ya que nuestra memoria no es capaz de grabar todo al 100 %. Entrenar al cerebro en este aspecto requiere de grandes dosis de concentración. Cuando pensamos en problemas de memoria, en verdad se trata de problemas de atención. Según recoge la CNBC, hay tres conceptos clave a tener en cuenta para hacer que nuestro cerebro retenga una mayor cantidad de información

Rastrear, añadir y consolidar

Hay que prestar la mayor atención atención posible cuando queremos recordar todos los detalles de un recuerdo, vivencia o situación. Desde el momento en el que alguien nuevo que acabamos de conocer se presenta por su nombre, los aspectos más importantes de un curso con el que estamos formándonos, o los detalles fundamentales de un plan divertido con tus amigos. Se trata de repasar los matices generales. Por ejemplo, cuando uno prepara una exposición al público, se anota los puntos principales en tarjetas. 

De una boda uno se puede acordar los familiares que fueron, el momento del brindis, o los platos que sirvieron en el banquete. La elaboración y anclaje de este recuerdo implica vincular la nueva experiencia e información a conocimientos o recuerdos que uno ya tiene. De esta forma, los recuerdos que se van a almacenar van a ser mucho más ricos y detallados. Por ejemplo, imaginemos un pulpo ¿Sabías que tiene tres corazones? En caso de no saberlo, esta nueva información se une a la idea de 'pulpo' que ya se tenía en mente. 

Valorar el tiempo libre

Lo mismo sucedería con las nuevas experiencias a las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Los dos procesos anteriores conforman los puntos determinantes en la formación de un recuerdo a corto plazo. Añadirlo a la memoria a largo plazo requiere que se consolide. Esto pasa por repetir o reproducir de manera reiterada una idea, al igual que cuando se estudia. Sin embargo, a día de hoy las rutinas de nuestras vidas cada día son más aceleradas y nos mantienen más ocupados, priorizando continuamente estas tareas. 

El estrés puede dañar nuestra memoria y creatividad. Es por lo que el tiempo libre, en el que se permanece inactivo, beneficia de forma importante la consolidación de la memoria. El tiempo libre puede desencadenar de nuestros momentos más creativos: se establecen nuevas conexiones, nacen nuevas ideas, pueden aparecer ensoñaciones que no solo son satisfactorias, sino que también brindan placer personal y profesional. Es por lo que es conveniente dejar la mente despejada más a menudo: todo para recordar mejor

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