El arte de no hacer absolutamente nada: la técnica Niksen para llegar a la felicidad

  • Una tendencia en Países Bajos anima a no hacer nada, en lugar de hacer actividades de ocio, para aprovechar al máximo tu tiempo libre.
La felicidad puede ser muy simple: basta con no hacer absolutamente nada
La felicidad puede ser muy simple: basta con no hacer absolutamente nada
Pixabay

"A menudo, tratamos de controlar nuestra ambición y no disfrutamos de lo que conseguimos", comentaba hace unas semanas David Blay, coautor de 'El viaje del equilibrista', para explicar su visión de la felicidad en un mundo vertiginoso y sobrecargado. Pero, ¿y si el secreto de la felicidad fuese más allá? ¿Y si no hacer absolutamente nada es lo que más felicidad nos proporciona? Eso es exactamente lo que proponen en Países Bajos, donde la conocida como técnica Niksen gana cada vez más adeptos. Su propuesta es simple: la mejor manera de reducir el estrés asociado al trabajo o las coyunturas de la vida privada es no hacer absolutamente nada.

A diferencia de otros movimientos centrados exclusivamente en el hedonismo (como el 'hippie') o la simple y llana vaguería, el Niksen se centra en aprovechar tus ratos libres no haciendo nada. Es decir, que en lugar de otras tendencias que buscan maximizar la calidad de tu tiempo libre realizando actividades de ocio, deportes o viajes, en este caso se trata exclusivamente de descansar el cuerpo y la mente de la rutina y las preocupaciones diarias cada vez que puedas.

De vez en cuando, a todos nos apetece no hacer nada y simplemente estar tirados en el sofá. Sin embargo, el miedo al aburrimiento o a la falta de vida social nos impide hacerlo todo lo que desearíamos. En este sentido, Doreen Dodgen-Magee, una psicóloga que estudia el aburrimiento y autora del libro 'Deviced! Balancing Life and Technology in a Digital World', compara en este artículo de 'The New York Times' el Niksen con un coche que tiene el motor encendido, pero no se dirige a ningún lado. "La forma en la que concibo el aburrimiento es llegar a determinado momento en el que no hay ningún plan más que simplemente estar", explica.

Antes de que surgiera esta práctica, ya había otras disciplinas que abogaban por técnicas de relajación similares. Por un lado, el 'hygge' danés, que propone alcanzar el secreto de la felicidad a través de pequeñas acciones que aumenten nuestra comodidad y bienestar. Por ejemplo, añadir un poco de miel al té para hacerlo más dulce, o inhalar un olor que nos produce nostalgia. Por otro, el 'lagom' sueco, que versa sobre las buenas prácticas que te permiten mantener un equilibrio basado en la moderación, como abrir las ventanas de tu casa para disfrutar de la luz natural del día. Para los suecos, un rayo de sol es sinónimo de felicidad.

En el caso del Niksen, es aún más simple: sentarse en una silla, tumbarse en un sofá o tomar el sol sobre el césped en cualquier parque con el que te cruces para relajarte. Entre sus efectos beneficiosos, sus defensores argumentan que reduce el estrés, retrasa el envejecimiento y fortalece el sistema inmune. Aún más: supuestamente la adopción de esta práctica tiene otros efectos positivos como el aumento de la creatividad y de la capacidad de resolución de problemas.

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