El consejo del Banco Mundial para ayudar a los pobres: que abran cuentas bancarias

  • Leora Klapper, economista del Banco Mundial, asegura que la herramienta más sencilla para acabar con la pobreza es dar acceso a servicios bancarios
Un comerciante cuenta billetes en Mogadiscio / AMISOM
Un comerciante cuenta billetes en Mogadiscio / AMISOM

Casi 800 millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza. África tiene más pobres que todos los demás continentes juntos, la mayoría tiene un bajo nivel educativo y vive de la agricultura.

¿Qué se puede hacer para mejorar sus condiciones de vida? Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas apuntan la necesidad de mejorar la educación, promover el empleo o reducir la corrupción, entre otras medidas. Pero según Leora Klapper, economista líder del grupo de investigación para el desarrollo del Banco Mundial, hay una solución que conjunga todas estas.

“La reducción de la pobreza depende de ayudar a los pobres a administrar su dinero”, asegura Kappler en un artículo publicado en la web del Foro Económico Mundial. “Las cuentas bancarias son una de las mejores maneras de hacerlo”.

Como explica la economista, no es que los pobres no sepan controlar sus finanzas. En realidad ocurre lo contrario: manejan presupuestos muy complejos y con márgenes muy estrechos. Por eso, asegura, tener una cuenta bancaria les ayudaría a controlar de forma más efectiva su dinero y mantenerles alejados de la pobreza.

Más cuentas, mayor previsión

Podríamos pensar que lo último que necesitan los pobres son cuentas bancarias para ingresar un dinero que no tienen, pero en opinión de Klapper todos tienen algo, el problema es que sus finanzas tienden a ser inestables, impredecibles y difíciles de gestionar.

“Muchos agricultores no tienen acceso a servicios bancarios, por lo que dependen del efectivo, pero el efectivo es complicado”, explica Klapper. “Es fácil de perder y fácil de gastar. En lugar de usar una cuenta bancaria para guardar los ahorros, una agricultora no bancarizada puede meter dinero debajo de un colchón. ¿Qué pasa si su marido lo roba? ¿Qué pasa si su casa se quema? O tal vez ahorran comprando ganado. ¿Qué pasa si hay un excedente de animales cuando necesitan vender, y solo pueden obtener la mitad de lo que valen sus animales?”

Agricultoras etíopes / Bioversity International-J.van de Gevel
Agricultoras etíopes / Bioversity International-J.van de Gevel

Las cuentas bancarias, asegura la economista, ayudan a los agricultores pobres a controlar sus finanzas. Un estudio apunta que los agricultores aumentan las inversiones en cosechas y las ganancias cuando depositan su dinero en cuentas de ahorro.

En opinión de Klapper, los pagos digitales basados en cuentas representan una innovación clave en la lucha contra la pobreza: “Se ha demostrado que la distribución de beneficios sociales a través de canales digitales en lugar de efectivo reduce la corrupción, aumenta la eficiencia y ayuda a los destinatarios a generar ahorros. La difusión del dinero móvil en Kenia redujo la pobreza, impulsó los ahorros y ayudó a las mujeres a dejar la agricultura por empleos en empresas y comercios minoristas”.

La importancia de la banca móvil

Según datos del Banco Mundial, 1.100 millones de adultos sin cuenta bancaria sí tienen teléfono móvil, y la mayoría realiza transacciones rutinarias en efectivo que podrían realizarse digitalmente. Si estos pagos se realizaran con el móvil, el número de adultos desbancados podría disminuir un 25 % en países como Mozambique o Nigeria, hasta un tercio en Burkina Faso y Sierra Leona y hasta la mitad en Etiopía.

El acceso a la banca móvil es especialmente importante para reducir la brecha de género en las finanzas. Por ejemplo, explica Klapper, en Pakistán los hombres tienen cinco veces más cuentas que las mujeres, sin embargo, la brecha en la propiedad de teléfonos móviles es muchísimo menor.

La economista reconoce que combatir la pobreza es difícil, pero insiste que “una solución podría ser tan simple como usar un teléfono móvil para acceder a los servicios financieros”.

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