El regreso de los "masters del universo": en Wall Street ya ganan más que en 2008

  • Un informe del Gobierno de Nueva York asegura que los empleados de la industria de valores ya ganan más que antes de la crisis.
Wall Street no cambia. / The Wolf of Wall Street
Wall Street no cambia. / The Wolf of Wall Street

La bancarrota de Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008, marcó el fin de una era en Wall Street, y el inicio de otra en casi todo el mundo: estallaba una de las crisis más grandes de la historia, de la que en muchas partes aún nos estamos recuperando.

El restaurante Four Seasons, uno de los establecimientos en los que solía comer la élite de Wall Street, esos que se hacían llamar así mismos los “masters del universo”, empezó a recibir llamadas con cancelaciones. “Todo el mundo pensaba que esto nunca terminaría, y todos bebían el vino más caro del menú”, ha explicado el maitre del restaurante, Julian Niccolini, a The New Tork Times. “Entonces llegó ese día, y fue como el fin del mundo”.

Ha pasado una década de entonces, pero Niccolini, que lleva sirviendo el almuerzo a la élite de Wall Street desde 1977, asegura que la frugalidad le duró a los grandes ejecutivos menos de un año, y hoy en día los martinis, las langostas y los vinos de tres cifras vuelven a copar los tickets de su selecta clientela.

Su restaurante, que ha reabierto en una nueva ubicación, está completo a diario. Y tiene claro que su público sigue siendo el mismo: “Todo el mundo quiere reservar su propia mesa. ¿Sabes lo que eso significa? Están diciendo: ‘Tengo más dinero que tú. Tengo más poder que tú. Estoy al mando’. Todo gira en torno al dinero, en torno al poder. No ha cambiado nada. De hecho, está empeorando”

Vuelven los salarios astronómicos

No le falta razón a Niccolini: Wall Street ha vuelto a las andadas, y los salarios de la conocida como “industria de los valores” (securities industry) ya superan el tope alcanzado en los años inmediatamente anteriores a la crisis.

Así lo revela un nuevo estudio (https://www.osc.state.ny.us/osdc/rpt6-2019.pdf ) realizado por la oficina del contralor de Nueva York, el organismo encargado de controlar los gastos de la administración pública. El equipo del contralor, Thomas DiNapoli, ha analizado las ganancias y salarios de la industria de valores en 2017 y en lo que va de 2018.

Thomas DiNapoli. / New York State
Thomas DiNapoli. / New York State

La investigación revela que el salario promedio de los empleados en Wall Street fue en 2017 de 422.500 dólares anuales, que es el promedio más alto desde 2008 y es una media más elevada que la de cualquier otra industria importante en la ciudad de Nueva York. Esta cifra supone un aumento del 13 % con respecto a 2016. Los bonus también aumentaron en un porcentaje de dos dígitos en 2017, con una bonificación promedio de 184.220 dólares.

Según el informe, el salario promedio en la industria de valores fue en 2017 5,5 veces más alto que el promedio en el resto del sector privado en la ciudad de Nueva York, donde los salarios son particularmente altos si se comparan con el resto del país.

El estudio incluye también una breve mención a los datos demográficos de Wall Street, muy reveladora: en 2016, último año en que se registraron estos datos, más dos tercios de los trabajadores en la industria de valores de Nueva York eran hombres, y casi dos tercios (62 %) eran blancos.

Ninguna alarma encendida

Pese a estos salarios astronómicos, el contralor de Nueva York ha asegurado en un comunicado que la situación nada tiene que ver con la de hace una década: “Wall Street ha tenido ganancias todos los años desde el final de la recesión en 2009, y las compensaciones alcanzaron el año pasado su punto más alto desde la crisis financiera. El gran aumento de las ganancias del año pasado se ha mantenido en 2018 y la industria está en camino de otro buen año, en ausencia de un revés en lo que queda (…) Diez años después del colapso de Lehman Brothers, está claro que Wall Street no necesita volver a los días de la asunción de riesgos excesivos para disfrutar de ganancias crecientes”.

Hay quien no se muestra tan optimista.

Mostrar comentarios