Cuidar las formas

Pierde un empleo por no saludar a la entrevistadora disfrazada de secretaria

Una reclutadora comparte el caso de un candidato que no duró ni 5 minutos en el proceso de selección por sus malas formas con una persona que teóricamente no le iba a dar el puesto.

Candidatos a una oferta de trabajo.
Candidatos a una oferta de trabajo.
Imagen de gpointstudio en Freepik.

A la hora de afrontar una entrevista de trabajo, una de las reglas no escritas más importantes es la de conectar con el reclutador o reclutadora: no se trata de hacerse íntimos en 10 o 15 minutos de entrevista (o sí, quién sabe), pero lo importante es que la actitud del candidato pueda abrirle puertas, en vez de cerrárselas. Por eso, la gran mayoría se preocupa mucho de cuidar sus formas cuando se encuentra delante de quien le puede ofrecer su próximo empleo. Pero, ¿qué pasaría si el entrevistador ocultase su identidad para ver cómo se relaciona el candidato con otra persona de la organización?

Ese es exactamente el experimento que llevó a cabo una reclutadora que se hizo pasar por la secretaria en la recepción del lugar de la entrevista para ver si cambian las formas de los candidatos a la hora de relacionarse con otras personas. En este artículo que recoge 'The Mirror', la profesional describe el caso de "un candidato que arruinó su entrevista en los primeros 5 minutos después de que entrar al edificio. Se mostró  despectivo con la recepcionista. Ella lo saludó y él apenas hizo contacto visual. Ella trató de entablar una conversación con él. Una vez más, sin contacto visual y sin interés en hablar con ella".

De lo que el candidato no se dio cuenta en ningún momento fue de que la recepcionista era en realidad la propia reclutadora. Por eso, cuando hizo pasar al candidato a la sala para la entrevista, la mujer le explicó que cada persona de la organización es valiosa y digna de respeto. Por eso, y debido a su forma de tratar a la supuesta recepcionista, el candidato había perdido sus opciones de ser contratado: "Gracias por su tiempo, pero la entrevista ha terminado".

Parece una obviedad, pero la importancia de mostrarse educado no solo se extiende a tus superiores inmediatos o a la persona que te puede dar un trabajo. "Sé amable con todos en el edificio", le recomendó la reclutadora al candidato antes de dar por concluida la entrevista. Sin embargo, aún así la profesional hizo su trabajo: investigó su historial clínico por si se le había escapado algo que disculpase esa actitud tan hostil. Pero no descubrió nada, ni siquiera algún tipo de trastorno del espectro autista (TEA).

"Más tarde ese mismo día, otra fuente del sector me confirmó que el tipo es una especie de idiota, especialmente con las mujeres", relata la reclutadora.

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