Esto es lo que pasa de verdad cuando dejas de utilizar Facebook

  • El mayor estudio realizado hasta la fecha sobre los efectos de la red social asegura que tiene peligros, pero no tantos como aseguraban otros estudios
La red social es adictiva, pero quizás no es tan mala como se pensaba. / Pexels
La red social es adictiva, pero quizás no es tan mala como se pensaba. / Pexels

Llevamos un año sin parar de hablar de Facebook y, al margen de las críticas a la forma en que trata los datos personales de sus 2.300 millones de usuarios, hay una idea que se repite en todas las informaciones al respecto: la red social es adictiva, reduce el contacto social real y es perjudicial para la democracia.

Pero, aunque se han publicado muchos estudios científicos sobre la influencia de Facebook en los usuarios, hasta la fecha no contábamos con una investigación que analizara en una muestra amplia qué cambia en los usuarios cuando dejan de utilizar la red social. Un nuevo estudio, el más completo hasta la fecha sobre el asunto, acaba de publicarse en el Social Science Research Network, un sitio de libre acceso.

La investigación, liderada por investigadores de las universidades de Standford y Nueva York y financiada por la Fundación Alfred P. Sloan, todavía no ha pasado el proceso de revisión por pares, pero como explica Benedict Carey en The New York Times, sus hallazgos son los más sólidos con los que contamos hasta la fecha.

Un resumen de sus conclusiones: nada más dejar Facebook los usuarios ganan, de media, una hora de tiempo al día; aumenta ligeramente su humor y satisfacción vital, así como sus interacciones sociales en el mundo real; aunque disminuyen sus conocimientos sobre política, se muestran menos intransigentes; pero, pese a esto, la gran mayoría lo echa de menos.

La metodología correcta

Los investigadores –liderados por Hunt Allcott, profesor de economía en Nueva York y Matthew Gentzkow, economista de Stanford–, utilizaron anuncios de Facebook para reclutar participantes mayores de 18 años que pasaran al menos 15 minutos en la plataforma al día. El promedio diario de uso de la red social entre los participantes era de una hora, pero había usuarios que pasaban en Facebook dos o tres horas al día, si no más.

Cerca de 3.000 usuarios aceptaron completar extensos cuestionarios, que preguntaban sobre sus rutinas diarias, puntos de vista políticos y estado de ánimo general.

La mitad de los usuarios fueron asignados al azar para que desactivaran sus cuentas de Facebook durante un mes –aunque podían seguir usando Messenger–, a cambio de una compensación económica. Este dato también interesaba a los investigadores: ¿cuánto vale para la gente el acceso a Facebook? En promedio, alrededor de 100 dólares, una cantidad similar a la que apuntaban anteriores estudios.

Durante el mes de abstinencia, los investigadores fueron preguntando a los participantes por su estado de ánimo y demás variables, monitorizando en tiempo real el efecto de utilizar o no Facebook.

Cuando terminó el mes, los sujetos completaron nuevamente encuestas exhaustivas que evaluaron los cambios en su estado de ánimo, conciencia política y pasión partidista, así como el devenir de sus actividades diarias, en línea y en el mundo real, desde el comienzo del experimento.

Imagen de archivo de Facebook / EFE
No es fácil dejar Facebook / EFE

Menos tiempo en internet, menor información

Las personas que dejaron de utilizar Facebook ganaron de media una hora de tiempo libre al día, que muchos invirtieron en pasar más tiempo con amigos y familiares, pero también en ver la televisión. Esto fue una sorpresa, pues como ha explicado a The New York Times Matthew Gentzkow, los investigadores esperaban que el tiempo empleado en Faceebook se trasladara en su mayoría a navegar en otras redes sociales.

Las pruebas sobre conocimiento político muestran claramente que Facebook es una importante fuente de información (real) para sus usuarios. Las personas que abandonaron la red social mostraron un menor conocimiento sobre las últimas noticias políticas y disminuyeron su puntuación, entre un 5 y un 10%, en una variable bautizada como “polarización en temas”.

“Es difícil saber qué implicaciones tiene esto”, explica Gentzkow. “Puede ser que ver muchas noticias sobre política en Facebook tiende a polarizar a las personas. Pero una vez que están fuera de Facebook, no significa necesariamente que estén usando el tiempo extra para leer The New York Times”.

El hallazgo más interesante del estudio es, no obstante, que abandonar la red social tiene un efecto positivo sobre el humor de las personas y su satisfacción vital. El efecto, no obstante, es mucho menor del que advertían anteriores estudios. El hallazgo, asegura Carey, pone en entredicho la presunción generalizada de que el uso habitual de las redes sociales causa un malestar psicológico real.

El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, durante su visita al Parlamento Europeo. / UE
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, durante su visita al Parlamento Europeo. / UE

Quizás somos algo más felices si dejamos Facebook y aumentamos nuestras interacciones sociales no virtuales, pero la gente que utiliza la red social no está tirando su vida por la borda. Las investigaciones anteriores no aclaraban si las personas que más utilizan la red social acaban teniendo problemas psicológicos o es que las personas que tienen problemas psicológicos utilizan más la red social. Y esta investigación parece apuntar que es más certera la segunda explicación.

Si el uso excesivo de Facebook causara problemas en el estado de ánimo, la investigación habría reflejado cómo mejoraba el humor de las personas que usaban la plataforma con más frecuencia en comparación con los que no la usaban tanto. Pero esto no ocurrió, lo que sugería que los usuarios más enganchados a la red social estaban de mal humor antes de que fueran absorbidos por esta.

De lo que no cabe duda es de que Facebook es adictivo. Y el nuevo estudio lo deja claro. Después de finalizar la investigación, la mayoría de los sujetos que se habían abstenido de utilizar la red social durante un mes dijeron que planeaban usar menos Facebook y lo hicieron, reduciendo su hábito anterior, al menos por un tiempo. Sin embargo, solo un 10% continuó sin usar la red social una semana después –comparado con el 3% del grupo de control que decidió dejar de usar Facebook voluntariamente. Dos meses después solo un 5% seguía sin usar Facebook. En el grupo de control solo se mantuvo en sus trece un 1%.

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