La gran dimisión

Por qué millones de trabajadores en EEUU están dimitiendo en sus trabajos

El 36 % de los empleados que habían renunciado en los últimos seis meses lo hizo sin tener un nuevo trabajo entre manos y estarían motivados por un cambio de criterio en su perspectiva de vida. 

Edificios Estados Unidos
Europa Press

Más de 15 millones de trabajadores estadounidenses han renunciado a sus trabajos desde abril de 2021. Según los últimos datos ofrecidos por el Servicio Estadístico de Empleo de Estados Unidos, el número de dimisiones ha crecido 4.300.000 millones, registrando en el mes de agosto únicamente 242.000 dimisiones más. Dentro de sectores específicos, el de alojamiento y alimentación registra la mayor cantidad de bajas con un total de 157.000, le siguen las 26.000 del comercio mayorista y finalmente el sector de la educación con unos 25.000 abandonos. 

¿Pero por qué se está produciendo este fenómeno? ¿Qué está detrás? Muchas de las decisiones de estos trabajadores estarían motivadas por un cambio de criterio en su perspectiva de vida. Con la crisis del Covid-19 muchas personas están reconsiderando lo que realmente buscan y quieren en su vida laboral, algo más que trascendental en la existencia de todos nosotros. A esto se le añade que las generaciones más jóvenes no tendrían como referencia el incentivo económico, sino su desarrollo personal. 

Según recoge el informe '¿Gran desgaste o Gran atracción? La decisión es tuya', elaborado por McKinsey & Company, el 18 % de los encuestados alegó que sus intenciones de abandonar su puesto de trabajo variaban de probables a casi seguras. Estos hallazgos se mantuvieron en los cinco países en los que se realizó el estudio de campo (Australia, Canadá, Singapur, el Reino Unido y los Estados Unidos) y fueron ampliamente consistentes en todas los sectores mencionados. 

Una tendencia en auge

Además, esta tendencia podría persistir. El 53 % de los empleados encuestados afirmaron estar valorando este cambio voluntario respecto a años anteriores. Asimismo, el 64 % espera que el problema continúe, o empeore, durante los próximos seis meses. Además, el 36 % de los empleados que participaron en la muestra que habían renunciado en los últimos seis meses lo hizo sin tener un nuevo trabajo entre manos. El coste de este tipo de decisiones, más allá del propio trabajador, afectan negativamente a numerosas empresas en multitud de aspectos.

Según una encuesta realizada por LinkedIn, un 74 % de mujeres y un 62 % de hombres manifestaron cuadros de estrés laboral y ansiedad durante la cuarentena. Además, se tuvo tiempo de sobra para reconsiderar su situación laboral actual. Muchos trabajadores dudaron sobre mantener su status mientras tenían que tomar decisiones más drásticas. En esta línea, más de la mitad alegaron agotamiento como la razón principal para buscar en otra parte el empleo de sus sueños. Sin embargo, otros aseguraron que sus nóminas de pago mensuales ya no cumplían con lo que realmente quieren de la vida. 

Fórmulas flexibles con el trabajador

Uno de los aspectos que más se les escapa a las empresas es establecer 'feedback' con toda la plantilla para detectar posibles problemas o preocupaciones en sus empleados. Detectar a tiempo qué es lo que falla dentro de las estructuras laborales tan complejas que se tejen en algunas firmas es crucial para evitar estos problemas. El abanico de posibilidades que se abre a la hora de mejorar las condiciones de los trabajadores en plantilla es infinito. Pero la comunicación directa entre los altos puestos ejecutivos y los más rasos de una entidad es fundamental. 

Muchas veces el trabajo que se realiza no es lo suficientemente reconocido y la autoestima del empleado se puede resentir. De manera paulatina las empresas deberían de incorporar fórmulas cada vez más flexibles y que prioricen la conciliación. Una correcta salud mental en los propios trabajadores es vital para el funcionamiento óptimo de una firma. Junto con las posibilidades que ha brindado el teletrabajo, lo correcto sería plantear una fórmula híbrida con el modelo tradicional. 

Además, una retribución digna en el trabajador también ha de ser una variable a tener en cuenta dentro de esta disyuntiva. Es por lo que el Gobierno, CCOO y UGT ultimaron un acuerdo para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) 15 euros, hasta los 965 euros mensuales por catorce pagas. Además, según declaraciones de la propia Ministra de Trabajo a La Información, Yolanda Díaz, la proyección a el alza de esta cuantía prevé un nuevo aumento para el próximo año 2022. 

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