La gran estafa del falso jeque con el que el Getafe pensó que llegaría a la Champions

  • En 2011, el presidente del Getafe, Ángel Torres, fue víctima de una red que también quiso estafar al Espanyol.
Ángel Torres, presidente del Getafe, con el falso jeque
Ángel Torres, presidente del Getafe, con el falso jeque
EFE

No es oro todo lo que reluce. Ni falta que hace: basta con un camarero brasileño, una chilaba blanca y un kefié para hacerse pasar por un jeque árabe dispuesto a invertir sus petrodólares en un equipo de LaLiga. Además, si en los últimos tiempos se ha producido el desembarco masivo de millonarios de Oriente Próximo en equipos como el Málaga, el Manchester City o el PSG, nada hace presagiar que estemos ante una de las mayores estafas que se recuerdan en el fútbol reciente. Hablamos, por supuesto, del extraño caso del jeque que quería invertir en el Getafe en 2011, que terminó siendo un anzuelo para intentar estafar a Ángel Torres, su presidente, pero que ilusionó a toda una afición haciéndola creer que se podía soñar con jugar la Champions League.

En abril de 2011, todos los medios compraron la historia: el Royal Emirates Group, un conglomerado inversor de Dubái, estaba dispuesto a comprar el club por 90 millones de euros y a realizar una importante inversión en nuevos jugadores. Algunos incluso llegaron a publicar que uno de los socios del holding había llegado a confirmar la compra: el Getafe pasaría a llamarse Getafe Team Dubai, cambiaría su logo y serviría para la entrada en LaLiga de jóvenes talentos del emirato. Empezaron a sonar estrellas de medio mundo como posibles fichajes para el verano siguiente. Y, sin embargo, Ángel Torres negaba la mayor: había ido a Dubái a negociar potenciales patrocinios.

La operación se truncó, pero hubo que esperar más de un año para descubrir el entuerto: en junio de 2012, los Mossos d'Esquadra desarticularon una red en Barcelona que se dedicaba a estafar a empresarios haciéndose pasar por 'fixers' para ponerles en contacto con jeques árabes que estarían dispuestos a realizar importantes inversiones. Todo era un montaje y, en realidad, pagaban a un camarero brasileño 50 euros por cada puesta en escena que servía a modo de anzuelo. Siempre prometían entre 5 y 10 millones de euros de algún jeque a cambio de una comisión. Una vez que la cobraban, desaparecían del mapa, dejando como rastro un reguero de cheques sin fondos.

La misma red también intentó estafar al Espanyol. Sin embargo, los 'pericos' nunca llegaron a picar. En el caso del Getafe, existieron indicios de que Ángel Torres llegó a pagar esa comisión, según relataba entonces el 'Diario de Córdoba'. Sin embargo, el presidente azulón siempre negó la historia. "Nosotros no hemos hecho nada con ellos ni nos han dado ningún talón", aseguraba tras destaparse la detención de los estafadores que se habían hecho pasar por intermediarios del Royal Emirates Group. Torres apuntó entonces que la empresa Batallajuanola, encabezada por dos de los detenidos, Juan Batalla Juanola y Marc Toscas, había intermediado en la compra frustrada del Getafe un año antes, un extremo que negó el conglomerado de Dubái.

A 90 minutos del sueño de la Champions

Sea como fuere, aquel intento de estafa (o de doble estafa) se enterró rápidamente en el olvido y nunca se esclarecieron los hechos del todo. Desde entonces, el Getafe tuvo que vivir el drama del descenso en la temporada 2015/16 y solo bajo la dirección de José Bordalás logró regresar a la máxima competición del fútbol español un año después. Los jeques millonarios habían pasado a un segundo plano mientras el equipo trataba de asentarse en Primera: el año pasado estuvo a punto de clasificarse para una competición europea al finalizar en 8ª posición.

Esta temporada el Getafe ha dado un paso más y, gracias a una gran apuesta por el juego muy físico y las transiciones rápidas pero sin desdeñar el balón, se ha convertido en una de las revelaciones de LaLiga. Tras una gran primera vuelta, los de Bordalás llevan en puestos europeos desde la jornada 19 y, en buena parte de la segunda vuelta, en la cuarta plaza que da acceso a la fase previa de la Champions League. Un puesto que perdió la semana pasada en favor del Valencia, pero que este sábado aspira a recuperar si suma un punto más ante el Villarreal en el Coliseum que el conjunto ché ante el Valladolid.

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