Una técnica innovadora

La guerra de los drones: EEUU crea un sistema pionero para cazarlos con red

Dron de la empresa Aerón by Gam
Dron de la empresa Aerón by Gam
AERÓN BY GAM

La semana pasada, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la consultora PGS galardonaban a la 'startup' gallega Aerocámaras que la Xunta de Galicia e Indra apoyan para la lucha contra la expansión de la avispa asiática mediante el uso de drones. Sin embargo, las últimas experiencias -como el cierre de Barajas de este lunes por culpa de un dron que sobrevolaba la zona- han iniciado una auténtica guerra contra los drones. En España, la legislación prevé multas de hasta 225.000 euros, pero en otros lugares como EEUU el Ejército directamente ha pasado a darles caza cuando se encuentran en una zona prohibida.

Y en esta lucha, EEUU ha decidido cazarlos con red. Así ha nacido SkyDome, la herramienta creada por la firma Fortem y presentada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos para su programa antidrones, un sistema de seguridad que utiliza drones equipados con Inteligencia Artificial (IA) para identificar y capturar mediante una red a los drones no autorizados en una zona.

El Pentágono ha llegado a un acuerdo con la compañía tecnológica Fortem para añadir SkyDome a sus programa antidrones. Este sistema de seguridad utiliza drones equipados con una red llamados DroneHunters que se complementan, con radares incorporados.

Los DroneHunters combinan el radar para localizar cualquier objeto volador por la zona y la IA para identificar si se trata de un dron no autorizado. El dispositivo utiliza varios sensores entre los que destaca el reconocimiento de imagen para determinar de qué objeto se trata y cuáles son sus intenciones.

Nada más detectar la amenaza el dispositivo sale automáticamente (o después de que un operador humano así lo decida) a cazar al dron no autorizado. Lo más innovador de este sistema es que utiliza una red para capturar al dron enemigo. Esta técnica es más efectiva que las utilizadas anteriormente, ya que al no destruirlo no se pierden los datos del dron y los informáticos pueden averiguar de dónde procede y quién lo ha programado.

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