Aunque ya estemos en el año 2022, algunas personas parece que todavía están atascadas en el siglo XX. A día de hoy, los episodios de gordofobia siguen produciendo con total impunidad por parte de la sociedad. Aunque en la mayoría de los casos, este tipo de conductas de odio y rechazado hacia las personas con sobrepeso se producen a través de las redes sociales o con comentarios entre amigos, en ocasiones se llega a extremos en los que afecta a algo tan importante como un puesto de trabajo.
Esto es lo que ha ocurrido a Hamish Griffin, un ciudadano australiano que vivía con toda su familia en la ciudad de Queensland. A principios del año, este hombre se trasladó con su mujer e hijo hasta la Isla de Tasmania, en el sur de Australia. Lo hacían para comenzar a trabajar como gerentes en un parque de caravanas de la zona. Sin embargo, pocas horas después de bajar todo su equipaje, los directivos del centro despidieron a los dos adultos. El hombre publicaba un mensaje en su perfil de Facebook en el que lamentaba que su sueño por empezar una nueva vida en la otra punta del país "se ha convertido en una pesadilla y ha llegado a su fin antes de haber empezado".
Físicamente incapaz
Según explica Griffin, el director le aseguró que le consideraba físicamente incapaz de realizar las tareas manuales que conlleva la gestión de un parque turístico. En su mensaje, detalló que el gerente le recriminó no haberle informado sobre su "condición médica", lo que venía a ser su obesidad. Esto sorprendió al hombre, pues antes de trasladarse a la nueva ciudad, los dos hicieron una entrevista por vídeo y él le había compartido imágenes suyas con su familia.
From Cloncurry, to Tasmania, to Cloncurry again.
— Kemii (@kemiimaguire) January 20, 2022
Man fired by Big 4 Strahan for being 'too fat' urges others to know their rights https://t.co/MkUr3kWkVt via @ABCaustralia
ABC Australia se ha puesto en contacto con la empresa para conocer la versión de su historia. Los propietarios del parque han explicado al medio que el motivo por el que decidieron despedir a Griffin es por un problema de salud en el lugar de trabajo. Aseguran que existía una preocupación por si el hombre se dañaba mientras trabajaba en el parque a condición de esta cuestión de salud.
Ahora, el hombre está buscando asesoramiento legal para investigar si hubo incumplimientos de contrato y, además, si hubo actos de discriminación o contrarios a la Ley de la Comisión de Derechos Humanos de Australia de 1986. "Sigo pensando que esto es solo un mal sueño del que despertaré, pero la realidad y la tristeza se han instalado realmente", ha lamentado Griffin.
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