En la actualidad, para tener éxito en el mercado laboral no basta con tener estudios superiores, haberte formado con un máster o tener mucha experiencia en un sector; lo más importante es crear una imagen personal para proyectar tus habilidades y lo que puedes aportar a una empresa. Por eso, las redes sociales más populares para encontrar trabajo, como LinkedIn, requieren de un trabajo extra a la hora de conseguir visibilidad. De hecho, el formato del CV está obsoleto en este tipo de ecosistemas laborales y son los perfiles más completos los que pueden abrir más puertas... Y un 71% más de entrevistas, según un estudio publicado este mismo año.
En este sentido, el estudio elaborado por ResumeGo evidenció que los solicitantes que incluían un enlace a un perfil "completo" de LinkedIn en su currículum "básico" tenían un 71% más de probabilidades de obtener una entrevista de trabajo que los solicitantes que no tenían un perfil de LinkedIn. Y por básico entiende Peter Yang (CEO de Resume Go) un "resumen de perfil de menos de 500 caracteres, menor o igual a cinco conexiones y sin descripciones completas para ninguna de las experiencias laborales enumeradas", tal y como explicaba hace unos meses a 'Fortune'.
"Mucha gente cree que el beneficio principal de LinkedIn es establecer redes y establecer conexiones, lo que de hecho es un beneficio increíble del sitio web", señalaba, al tiempo que explicaba que "el resultado de esto es que las personas que optan por encontrar trabajo a través de otras vías (por ejemplo, bolsas de trabajo, agencias de contratación, etc.) tienden a tener un perfil de LinkedIn mal escrito o ningún perfil de LinkedIn. No se dan cuenta de que tener un perfil completo de LinkedIn incluido en el currículum es una gran ventaja en términos de conseguir más entrevistas".
Casi 25.000 currículums ficticios
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de crear y enviar 24.570 currículums vitae ficticios a trabajos listados en varios sitios web de búsqueda de empleo (incluidos Glassdoor, ZipRecruiter y Indeed) entre el 8 de octubre de 2018 y el 8 de marzo de 2019. Estos currículums se clasificaron en tres categorías diferentes: los "solicitantes" del grupo 1 no tenían un perfil de LinkedIn, los del grupo 2 tenían un LinkedIn "básico" y los del grupo 3 tenían perfiles de LinkedIn "integrales" con 1.000 caracteres más resúmenes de perfil, más de 300 conexiones y extractos de trabajos pasados.
"Para cada currículum que creamos para el grupo 1, incluimos un currículum exactamente idéntico en el grupo 2 (añadiendo un perfil básico de LinkedIn) y un currículum exactamente idéntico en el grupo 3 (añadiendo un perfil completo de LinkedIn)", explicaba Yang. Es decir, que trataron de medir el mismo perfil (aún siendo falso) con tres niveles de detalle en su currículum: solo en formato físico, con un perfil básico en LinkedIn o con un perfil completo en la red social.
Después de cinco meses de investigación, se llegó a la conclusión de que los solicitantes con perfiles de LinkedIn "integrales" tenían una tasa de respuesta a su solicitud del 13,5%, los solicitantes sin perfiles de LinkedIn tenían una tasa del 7,9%, y los solicitantes con perfiles de LinkedIn "básicos" tenían un 7,2% tasa de respuesta a su solicitud. Esto significa que teniendo un perfil completo de LinkedIn se aumenta hasta un 71% la tasa de respuesta.
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