Si tienes un negocio, Alexa podría hacerte ganar hasta 15 millones de euros al año

  • El dispositivo Alexa de Amazon o el Home de Google tienen tantas funcionalidades que las empresas están perdiendo dinero si no las explotan.
Los dispositivos como Alexa ayudan a las empresas y no solo a las personas
Los dispositivos como Alexa ayudan a las empresas y no solo a las personas
Flickr / Stock Catalog

Alexa sirve para algo más que darte el parte meteorológico, cambiar de canción en tu lista de reproducción o contarle cuentos a tus hijos antes de dormir: la evolución tecnológica que vivimos desde hace unos años ha convertido cada nuevo dispositivo que aparece en el mercado en una oportunidad de negocio. Y el caso de los asistentes de voz no es una excepción, ya que la diferencia para una gran empresa entre tener una estrategia concreta en este campo y no tenerla se puede cuantificar: nada menos que 15 millones de euros.

Según un reciente informe de Forbes, esa es la cantidad que dejarán de ingresar por las aplicaciones y soluciones que ofrecen los asistentes de voz a lo largo de 2019. Es más, esta cifra podría llegar hasta casi los 45 millones de euros en 2020. Y, aunque el sector editorial podría ser el más afectado, es una carencia que afectará a las empresas que tengan presencia u operen por internet. Algo que teóricamente tendrán que hacer absolutamente todas en los próximos años.

Ese proceso de transformación digital global irá de la mano de los asistentes de voz, que han disfrutado de un crecimiento espectacular en los últimos dos años. Las ventas de Alexa y Google Home se incrementaron en un 40% entre 2018 y 2019 y ya supera los 66 millones de unidades, tal y como se apunta en este artículo de 'Harvard Business Review'. Pero no solo eso: en 2020, se espera que el 30% de todas las sesiones iniciadas en internet se realicen sin una pantalla, mientras que el 50% de todas las búsquedas en la red se harán a través de la voz, según un reciente estudio.

En 2017, el 17% de los hogares en EEUU ya tenían un asistente de voz. Un porcentaje que podría triplicarse de cara a 2022, cuando la tasa de penetración se disparará hasta el 55%, según las últimas predicciones. El avance se produjo especialmente el año pasado: en enero de 2018, había 1,3 millones de propietarios de altavoces inteligentes en EEUU; para finales de año, esa cifra había aumentado a 8,7 millones, lo que supone un aumento del 558% en apenas 12 meses.

Los asistentes de voz, un filón para las empresas

Este brutal crecimiento entre los usuarios marca el pistoletazo de salida para el sector empresarial, que ya empieza a verlos como potenciales consumidores. Por eso, aunque a priori no esté anotado en todas las agendas de los departamentos de desarrollo y transformación digital, lo cierto es que algunos campos como el de la inteligencia artificial o el -'machine learning'-aprendizaje automático- son los que representan mayores oportunidades actualmente.

Al menos, eso es lo que sostiene Bradley Metrock, CEO de Score Publishing, en un artículo publicado en 'Harvard Business Review'. Y cita un ejemplo evidente: en los próximos años, las personas mayores padecerán tanto aislamiento como en la actualidad -o incluso más, en el caso de no ser capaces de adaptarse plenamente al mundo digital-, por lo que una buena parte de ellos agradecerán enormemente tener un medio con el que comunicarse con el exterior. Los altavoces inteligentes serán las radios del futuro. Y con la ventaja de ser bidireccionales y no meros receptores de ondas.

Es más, en el caso de las personas mayores, los asistentes de voz pueden tener una aplicación preventiva para las enfermedades neurodegenerativas propias de la edad. Según Matrock, ya hay evidencias de sus beneficios terapéuticos en algunos centros para mayores o residencias en los que se han implementado programas piloto en este sentido. Una de las compañías pioneras, Triad Health AI, ha creado un sistema controlado por voz para que los enfermos de Parkinson puedan llevar a cabo ejercicios de memoria. Y la empresa asegura que los resultados son realmente positivos.

Las posibilidades de negocio de estos nuevos dispositivos parecen infinitas, incluso en sectores en los que teóricamente no existe una aplicación evidente de los asistentes de voz. Por eso, cada vez más inversores están apostando por ellos. Matrock cita un ejemplo: Mycroft, una startup con sede en Kansas City, llevó a cabo con éxito una financiación colectiva de más de 1 millón de dólares, aportados por más de 1.500 inversores para ofrecer Mycroft AI, un ecosistema de voz abierta que se diferencia con una arquitectura localizada y segura que evita el envío de datos a los gigantes tecnológicos de Silicon Valley... Quién nos iba a decir hace un par de años que Alexa o Home servirían para proteger nuestra información personal de Amazon o Google.

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