La paradoja del aire acondicionado: enfría tu casa, calienta el planeta

  • Cuando se convive con temperaturas elevadas, el aire acondicionado es imprescindible, pero no somos conscientes de cuánto contamina
El aire acondicionado está cada vez más presente en los países en desarrollo / Pixabay
El aire acondicionado está cada vez más presente en los países en desarrollo / Pixabay
El aire acondicionado está cada vez más presente en los países en desarrollo / Pixabay
El aire acondicionado está cada vez más presente en los países en desarrollo / Pixabay

En España estamos viviendo uno de los veranos más agradables que se recuerdan, pero en otras partes del mundo el calor está causando estragos. Reino Unido lleva varias semanas inmerso en una ola de calor, en California se han llegado a alcanzar los 48 grados centígrados y en Quebec las insolaciones se han llevado por delante ya a más de 70 personas.

Pero en estos países la situación es excepcional, según un informe publicado este mes por la ONG Sustainable Energy for All 1.100 millones de personas en todo el mundo que necesitarían aire acondicionado no tienen acceso a este. Y su reparto es muy desigual.

En España, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en torno a la mitad de los hogares dispone de algún tipo de sistema de aire acondicionado y en países como Estados Unidos y Japón el 90 % de las casas cuentan con equipos para enfriar el ambiente. Pero como remarca la Agencia Internacional de la Energía (IEA), solo el 8 % de los 2.800 millones de personas que viven en las regiones más calurosas del planeta tienen acceso a sistemas de enfriamiento. Y para ellos tener aire acondicionado no es un lujo.

Cuando tenemos que convivir con temperaturas elevadas, el aire acondicionado se convierte en nuestro mejor aliado. No solo aumenta nuestro confort, es una ventaja sanitaria, en la medida en que disminuye la prevalencia de los golpes de calor, permite conservar mejor alimentos y medicinas y evita la presencia constante de mosquitos.

Debido al cambio climático, la OMS calcula que el número de muertes relacionadas con el calor podrían llegar a 250.000 al año en 2050, por no hablar de la reducción de la productividad en los países más calurosos, en los que es imposible hacer nada en las horas centrales del día.

¿Aire acondicionado para todos?

Sobre el papel, la situación al problema parece sencilla: promover la instalación de equipos de aire acondicionado. Sustainable Energy for All calcula que en torno a 2.300 millones de personas del mundo en desarrollado comprarán equipos de aire acondicionado en los próximos años, gracias principalmente al aumento de las rentas. Pero esto provocará un nuevo problema.

Un estudio  publicado en 2015 en la revista PNAS, que analizaba la evolución del mercado de aires acondicionados en México, llegó a la conclusión de que el número de aparatos del país aumentará de forma increíble en los próximos años. Hoy en día el 15,4% de las casas cuentan con refrigeración, pero al final de siglo contarán con ella un 70%, lo que conllevará un aumento del 83% del consumo de electricidad en los hogares.

La IEA estima que, si no se toman medidas, los aires acondicionados consumirán en 2050 tanta energía como la que usa China para abastecer de electricidad a toda la población. Y esto conlleva un coste: a no ser que toda la energía provenga de fuentes renovables, estaremos combatiendo el calor generando más calor.

Están por todas partes, pero ni reparamos en ellos / Pixabay
Están por todas partes, pero ni reparamos en ellos / Pixabay

Además de gastar una enorme cantidad de energía eléctrica, los aires acondicionados pueden contribuir al cambio climático por la emisión de hidrofluorocarburos (HFC), compuestos que empezamos a utilizar para sustituir a los halocarburos (CFC) que afectaban a la capa de ozono, pero que también se consideran gases de efecto invernadero.

Los científicos estiman que, si no se reducen las emisiones, solo los HFC pueden aumentar la temperatura de la atmósfera en medio grado centígrado, un tercio del aumento de 1,5ºC que se puso como límite en el Acuerdo de París.

Un aire acondicionado más sostenible

La solución, obviamente, no pasa por limitar el acceso al aire acondicionado de los países pobres, sino por promover sistemas de enfriamiento en el todo el mundo que sean más eficientes.

Existen ya equipos libres de HFC y es importante que se promueva su uso en todo el mundo en desarrollo, donde más va aumentar la instalación de aires acondicionados.

Según un informe del Ernest Orlando Lawrence Berkeley National Laboratory, si conseguimos desarrollar aires acondicionados un tercio más eficientes y, a la vez, eliminar los HFC, evitaríamos la construcción de 1.550 nuevas plantas de energía eléctrica.

En términos de reducción de emisiones, esta medida tendría un impacto mucho mayor que algunos grandes proyectos de energía renovables: un ahorro ocho veces mayor que el que logra la presa china de las Tres Gargantas y dos veces mayor que el de la iniciativa para potenciar la energía solar de la India.

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