La ‘startup’ que está adaptando la Biblia a la era de Instagram (y le va de maravilla)

  • Alabaster está rediseñando los evangelios y poniéndolos en un lenguaje más asequible y vistoso para captar la atención de los millennials.
Una Biblia pensada para Instagram. / Alabaster
Una Biblia pensada para Instagram. / Alabaster

La Biblia es el libro más vendido de la historia. Fue el primero que se imprimió y, desde entonces, se han despachado alrededor de 5.000 millones de copias. Pese a que su popularidad ha caído, de la mano del rechazo a la religión entre las poblaciones más jóvenes, se siguen vendiendo cien millones de ejemplares al año. Lo que pocos imaginaban es que aún había espacio para innovar en su edición.

Este es el principal objetivo de Alabaster, una compañía que está rediseñando los libros de la Biblia para adaptar el texto a la era de Instagram y Pinterest y seducir de nuevo a los mileniales. La empresa dio el pistoletazo de salida en 2016, con una exitosa campaña de financiación en Kickstarter, y si salen las cuentas habrán facturado 900.000 dólares en biblias al final de año.

La idea de crear una Biblia adaptada al gusto moderno la tuvo Brian Chun, un estudiante de diseño gráfico de la Universidad de California del Sur que, pese a nacer en una familia budista, abrazo el cristianismo en la universidad. Fue entonces cuando se dio cuenta de que era difícil acercarse a la Biblia si no se tenía una determinación como la suya: la gente la ojeaba por curiosidad y al encontrar un texto sin fin, en letra pequeñísima y escrito con un lenguaje anticuado, la abandonaban enseguida.

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Friday reading in the Gospel of Mark. — 📷 @happyandgray

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“Esa experiencia me recordó al día en que tuve mi primera Biblia y descubrí que el libro es realmente intimidante”, explica Chung en una entrevista con ‘Vox’ (el medio estadounidense, no el partido político). “Incluso las primeras páginas suelen ser solo descriptores o mapas, y no te atraen con ninguna historia. Pensé que debía haber una mejor manera [de contar la historia]”.

Chung empezó a barruntar la idea de editar una Biblia adaptada a los gustos actuales y entonces conoció a otro estudiante de la universidad que, curiosamente, se llamaba (casi) igual que él. Bryan Chung (con “y” en vez de “i”) estaba estudiando animación y artes digitales, también profesaba el cristianismo y juntos decidieron fundar Alabaster.

Brian y Bryan Chung, fundadores de Alabaster. / Alabaster
Brian y Bryan Chung, fundadores de Alabaster. / Alabaster

Las Biblias más ‘cuquis’ del mercado

Hasta la fecha, Alabaster ha editado los cuatro evangelios, el libro de los Romanos y el de los Salmos. Su próximo lanzamiento, ya en preventa, es el libro de los Proverbios. No son ediciones especialmente baratas, la edición en tapa dura tiene un precio de 78 dólares, la de rústica 38. Las ventas van de maravilla: las primeras ediciones en tapa dura de los evangelios de Marco y Juan están agotadas.

Lo cierto es que a primera vista los libros parecen más el catálogo de una exposición que una Biblia. Con un estilo minimalista, de corte escandinavo, los textos bien espaciados están acompañados de fotografías originales, que evocan una espiritualidad que parece sacada de un catálogo de Ikea: bosques de árboles, cuevas misteriosas, una rosa, niebla sobre el océano, una mujer sosteniendo una vela…

Y el objetivo, claro está, es hacer que la Biblia sea atractiva para las nuevas generaciones. “Queremos que estos libros sean verdaderos y relevantes para los milenials", asegura el otro Chung a ‘Vox’. “Todos estamos centrados en nuestros iPhones, pero también respondemos muy bien al lenguaje visual, por lo que tiene que captar nuestra atención. Si lo hace, puede cambiar nuestra forma de pensar”.

Las imágenes promocionales al más puro estilo fotografía de recurso. / Alabaster
Las imágenes promocionales al más puro estilo fotografía de recurso. / Alabaster

Acercando el cristianismo a los mileniales

El objetivo de Alabaster no es solo ganar dinero, sino también atraer a los jóvenes a la religión. Ninguna elección de la compañía es casual. El propio nombre de la empresa está tomado de Marcos 14:1-9, pasaje en el que se cuenta la historia de una mujer de Betania que rompe una vasija de alabastro para verter perfume sobre Jesús, una acción que este considera “hermosa”, la traducción en español de la palabra griega ‘kalos’, que significa, en efecto, “hermoso”, pero con una connotación de bondad interior. “Queríamos tener el mismo nivel de intencionalidad y consideración que tenía la mujer cuando creamos Alabaster”, aseguran los fundadores de la compañía en su página web.

La elección del texto utilizado también es intencionada. Alabaster utiliza la conocida como Nueva Traducción Viviente, una versión actualizada de la Biblia que se presentó en 1996, en oposición a la versión canónica en inglés del texto, la Biblia del rey Jacobo, publicada por primera vez en 1611 y que es la más extendida en el mundo anglosajón.

“Una gran parte de la fe está en el lenguaje”, asegura Bryan Chung. “Me siento apagado al leer y usar palabras que apenas puedes pronunciar o entender. Eso no es lo que interesará a la gente”.

Aunque los fundadores insisten en que su misión principal no es hacer proselitismo, creen que las nuevas ediciones de textos religiosos ayudarán tanto a los mileniales creyentes que quieran profundizar en su espiritualidad, como aquellos descreídos que, sencillamente, tengan curiosidad por ver de qué va el cristianismo.

“Nuestras historias favoritas son sobre personas que no se consideran religiosas, se acercan a nuestros libros y los disfrutan”, concluye Bryan Chung en ‘Vox’. “Nos gusta la idea de que está abriendo un diálogo para las personas que de otra manera no pensarían tanto en la religión”.

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