La única cosa que debes hacer siempre antes de dejar un puesto de trabajo

  • Todos hemos pasado por trabajos que preferimos olvidar, pero incluso en los peores lugares se aprende algo. Y de nada sirve irse de malas
Siempre es mejor dejar un trabajo con buenas maneras. / Pexels
Siempre es mejor dejar un trabajo con buenas maneras. / Pexels

En las películas, cuando alguien deja un trabajo –porque ha encontrado otro empleo mejor o le ha tocado la lotería– se va de la oficina insultando a su jefe y recordando a todos en la oficina lo mal que le han hecho pasar. Pero en la vida real, por mucho que nos apetezca cierta venganza, hacer esto es de todo menos recomendable.

Por muy mal que nos hayan tratado en una empresa, por muy imbéciles que sean nuestros compañeros o el cretino de nuestro jefe, tenemos mucho que ganar y nada que perder si nos vamos de forma elegante, trabajando lo mejor que podamos hasta el último día y agradeciendo a todos los días pasados.

Los sectores laborales son mucho más pequeños de lo que parecen, y nunca sabes cuándo vas a necesitar la ayuda de algunos de tus antiguos compañeros o jefes, por muy mal que te caigan. Todos hemos pasado por trabajos que preferimos olvidar, pero incluso en los peores lugares –y los hay verdaderamente horribles– se aprende algo.

No tenemos que hacer la pelota a todo el personal antes de salir por la puerta, pero como explica el conocido autor de crecimiento personal Nicolas Cole en 'Inc.' en los días previos a nuestra marcha hay algo que sin duda todos deberíamos hacer, y es muy sencillo: ser agradecidos.

Dale las gracias a todo el equipo. / Pexels
Dale las gracias a todo el equipo. / Pexels

La ventaja de dar las gracias

Tal como han atestiguado numerosos estudios al respecto, la gratitud es el aspecto de nuestro carácter más fuertemente asociado a la satisfacción vital y todas las cosas buenas que se derivan de ella: es la emoción más poderosa en las relaciones interpersonales.

A nadie le molesta que le den las gracias y, sin embargo, muchas personas pueden sentirse molestas por una falta de agradecimiento. No tienes por qué mentir. Ante de dejar un empleo piensa, sencillamente, qué cosas positivas te han aportado, y da las gracias por ello a tus jefes y compañeros.

“Hazle saber a la gente que no ves tu tiempo allí (a pesar de los altibajos) como un desperdicio, sino como una experiencia que de alguna manera te ha servido para mejorar”, explica Cole. “Expresa, desde una parte genuina de ti, el hecho de que siempre estarás agradecido por la oportunidad”.

Cierto es que hay trabajos en los que, pensamos, no hay nada que agradecer, pero siempre se aprende algo y, al menos durante un tiempo, alguien te ha pagado por hacer lo que hacías. Dar las gracias y ser humilde es lo mejor que puedes hacer por ti y por tus compañeros.

Así que, cuando sepas que vas a cambiar de trabajo, no pienses “ya no tengo nada que hacer aquí”. Plantea tu salida para mostrarte agradecido con tu antiguo trabajo, dando el callo hasta el final, aunque no te apetezca lo más mínimo. Piensa qué es lo que has aprendido, y utiliza este conocimiento en tus conversaciones finales.

Es una estrategia que tarde o temprano brinda beneficios y, en el peor de los casos, te hace tener el hábito positivo de apreciar la parte buena de todas tus experiencias, incluso de las menos agradables.

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